Uno de cada tres profesores tiene más de 50 años

Uno de cada tres docentes de los colegios e institutos públicos españoles, el 34,5%, tiene más de 50 años, mientras que solo el 6,8% se encuentra por debajo de los 30. La enseñanza no universitaria sufre un envejecimiento «excesivo», según el análisis realizado por el área de Servicios Públicos de UGT, que alerta que es urgente revertir esta situación mediante un plan de choque para el aumento y renovación de las plantillas ante el serio riesgo de que se acelere el proceso de envejecimiento y de que, literalmente, falten profesores en los centros.

El análisis culpa del problema a los recortes en el gasto educativo registrados durante la década pasada, y aún no revertidos del todo, que limitaron drásticamente la tasa de reposición de efectivos (amortizaron bajas y jubilaciones) y se tradujeron en un insuficiente número de convocatorias de plazas para la cobertura definitiva de las plantillas. La situación es más delicada aún, advierten, en los centros de educación secundaria, donde el número de los mayores de 50 años asciende al 38,4% y donde solo el 5,1% es menor de 30 años.

Solo se salva Navarra

La situación es mala en todo el país, pero empeora en Canarias (43,3%), Galicia (42,3%) y País Vasco (40,7%), las comunidades con mayor porcentaje de profesorado de más de 50 años. Navarra (27%), Baleares (28,6%) y La Rioja (29,3%) son las que tienen una mejor situación. Si solo nos fijamos en los docentes de 60 o más años existe un grupo amplio de autonomías que superan el 8% de las plantillas, con Galicia, País Vasco y Murcia a la cabeza. En este grupo también se encuentran las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

La situación es «altamente preocupante», certifica el análisis. «De no corregirse en breve, y dado el elevado número de jóvenes que no han podido incorporarse a la docencia durante los años de recortes, cabe esperar que se produzca tanto escasez de profesorado como un envejecimiento acelerado del actual», vaticinan. Los expertos creen que ha llegado el momento de apoyar, con independencia de los procesos en marcha de estabilización de plazas, «una potente oferta de empleo público que, junto a otros mejoras de las condiciones laborales del profesorado, aumente el atractivo de la profesión docente y permita la necesaria renovación de las plantillas».

La OCDE recomienda un equilibrio entre el profesorado joven y el de mayor edad en los centros y establece como índice óptimo de distribución el 0,50, que resultaría de dividir el número de docentes menores de 30 años y el de mayores de 50. El estudio de UGT concluye que, a la vista de las recomendaciones de la organización internacional, «la situación de envejecimiento actual de las plantillas docentes constituye un problema estructural del sistema educativo español». Solo están por encima del 0,50 ideal los centros educativos de Navarra. La mayoría de las comunidades se sitúan por debajo del 0,20 y la media del país es el 0,198, todos muy lejos del índice óptimo.

Acciones urgentes

UGT considera que es imprescindible hacer de la docencia una carrera atractiva, lo que exige contar con unas buenas condiciones profesionales y salariales. A ello contribuirían, indican, un equilibrado reparto entre la carga lectiva directa y el resto de tareas exigibles al profesorado y una promoción profesional «estimulante, atractiva, flexible y bien incentivada». Además, consideran urgente eliminar la tasa de reposición y adoptar otra serie de medidas como la jubilación parcial, que permitiría combinar la experiencia docente acumulada a lo largo de los años y la incorporación de nuevos profesionales.

Para UGT, todos estos aspectos deberían conjugarse en una política de planificación a medio y largo plazo, donde se planteen objetivos políticos y medidas para prever la escasez de profesorado y se mejore el reparto entre los distintos tramos de edad hasta alcanzar una distribución óptima, que evite el envejecimiento del colectivo docente.

El sindicato considera «fundamental» dotar este plan con la financiación necesaria. Para ello es «imprescindible» que las autoridades políticas cumplan el objetivo contemplado en la Lomloe de destinar a Educación el 5% del PIB, con el horizonte de alcanzar el 7% a largo plazo.