Política
La CUP vincula la dimisión de la tarraconense Laia Estrada a diferencias estratégicas
El secretariado nacional considera que no se trata de una impugnación total, pero admite contradicciones en la aplicación de la nueva línea política

La diputada de la CUP en el Parlament, Laia Estrada, y el miembro del Secretariado Nacional, Berant Lavaquiol, en rueda de prensa frente al Parlament
La dimisión de Laia Estrada como diputada y líder del grupo parlamentario de la CUP se conoció este miércoles, aunque se venía gestando desde hace meses. Fuentes del secretariado nacional explican que, desde el inicio de la nueva estrategia impulsada por el procés Garbí de refundación interna, Estrada experimentaba ciertas incomodidades con la forma en que debían aplicarse las directrices dentro del Parlament.
Según las mismas fuentes, Estrada consideraba que la estrategia rupturista de la formación debía ser más contundente en la cámara catalana y no veía coherente mantener una línea de diálogo o negociación con el Govern del PSC. Estas contradicciones habrían llevado a un acuerdo interno hace meses para que la diputada dejara su acta al finalizar el curso político.
Aunque la noticia se precipitó esta semana, el secretariado asegura que tanto la dirección como el grupo parlamentario conocían con antelación el cambio, los motivos y que el nuevo curso comenzaría en septiembre con nuevas caras. Aún no está claro si el exdiputado Xavier Pellicer, siguiente en la lista por Barcelona, ocupará el escaño, ni si Laure Vega asumirá el papel que tenía Estrada hasta ahora. Según indican, son cuestiones que todavía deben debatirse internamente.
Desde la dirección del partido anticapitalista se interpreta la salida de Estrada como un acto de coherencia personal, y no como una ruptura con la línea política de la organización. Aseguran que la ya exdiputada seguirá siendo militante y participando en la vida interna del partido, y sitúan las discrepancias únicamente en la aplicación práctica de las nuevas estrategias dentro del grupo parlamentario.
En este sentido, atribuyen su decisión a la contradicción de liderar una estrategia que ella no consideraba lo suficientemente rupturista, especialmente al frente de un grupo que, a diferencia de etapas anteriores, ha mostrado disposición a negociar o acordar cuestiones puntuales con el Ejecutivo del PSC. Las mismas fuentes reconocen que situaciones como asistir a reuniones presupuestarias —aunque no fructificaran— o alcanzar acuerdos en materia de vivienda con el Govern, eran inéditas en el pasado y que Estrada las afrontaba con incomodidad.
En cualquier caso, desde el secretariado nacional de la CUP no se interpreta su marcha como un portazo, sino como un gesto de honestidad personal y un paso al lado. Recalcan que no se abrirá ningún debate interno sobre la dimisión ni sobre sus causas, y que comprenden y respetan plenamente la decisión tomada por Estrada.
