“Será una temporada de gripe dura, pero no justifica medidas extremas como las de la covid”

El subdirector general de Vigilancia de Salut Pública, Jacobo Mendioroz, advierte de que esta temporada de gripe es la “peor” de los últimos años en cuanto a contagios, pero deja claro que “no tiene nada que ver” con la pandemia de la covid-19. “Será una temporada dura, pero creo que en ningún caso justifica medidas tan extremas como las que se tuvieron que tomar durante la covid, como limitar el derecho de reunión”, ha afirmado en una entrevista ante el marcado aumento de casos de los últimos días y la proximidad de la Navidad. 

Mendioroz señala que es importante que los colectivos vulnerables se vacunen incluso ahora porque, aunque es “un poco tarde”, “queda temporada de gripe”, y considera que una de las barreras de la vacunación es la “baja percepción del riesgo”.

Los responsables sanitarios advierten desde hace días de la elevada incidencia de la gripe a las puertas de la Navidad, “muy superior” a la de años anteriores, y han decretado la obligatoriedad de la mascarilla dentro de los centros sanitarios y residencias desde que el virus escaló al nivel muy alto de transmisión. A pesar de esta situación, y de que en la memoria colectiva están presentes el conjunto de medidas y recomendaciones de la covid, Mendioroz señala que los escenarios son completamente diferentes.

“La gripe no es un virus nuevo con la letalidad que tuvo la covid y con la capacidad de transmisión en un sistema inmunitario que no la había visto nunca. No tiene nada que ver (...). Será una temporada gripal difícil, pero no estamos ni cerca de lo que fue la covid”, afirma Mendioroz.

En este sentido, indica que en la última semana se han registrado unos 93.500 contagios de todos los virus respiratorios, mientras que durante la pandemia de la covid-19 se llegó a tener 60.000 diarios. “En términos tanto de transmisión como de impacto posterior, la situación no es comparable y creo que no está justificado ir más allá de lo que ya se ha recomendado”, recalca.

Mendioroz habla de una temporada “atípica” de la gripe porque el virus se ha adelantado unas semanas, como ya estaba previsto, y por el elevado número de contagios, que puede relacionarse con el hecho de que el subtipo predominante es el A (H3N2), que hacía tiempo que no circulaba y, por tanto, el sistema inmunitario no lo recuerda tanto, y que la coincidencia con la vacuna también es menor.

Aunque este año la vacuna no coincide tanto con el virus circulante, los responsables sanitarios remarcan la importancia de que las personas que forman parte de colectivos vulnerables, como los mayores de 60 años o las mujeres embarazadas, entre otros, se vacunen, porque sí ofrece una cobertura parcial frente al contagio, pero sobre todo porque reduce el riesgo de complicaciones de la enfermedad.

Mendioroz destaca la importancia de vacunarse incluso ahora, cuando el virus ya lleva semanas circulando y los centros sanitarios están llenos de pacientes. “Primero, porque ahora estamos en una incidencia muy alta y, segundo, porque seguiremos subiendo en los próximos días. Además, estamos en un nivel de transmisión nunca visto: aunque lleguemos al pico la semana que viene o la siguiente, seguiremos teniendo muchísima transmisión y todavía quedará toda la bajada”, expone, para añadir que no se sabe cómo evolucionará la temporada de virus respiratorios a lo largo del invierno. “Podría llegar una gripe B, que también está contenida en la vacuna”, apunta como posibilidad.

“No es un resfriado”

Este médico especialista en salud pública reconoce que siempre les gustaría que las coberturas vacunales fueran “superiores”, pero se muestra “bastante satisfecho” con la campaña de este año, que se adelantó unas semanas con la previsión de que también lo haría la gripe, con el objetivo de llegar a estas fechas “con el mayor número de personas protegidas”. La vacunación de la gripe para las personas que forman parte de colectivos vulnerables comenzó a mediados de septiembre y desde hace unos días está abierta a la población general.

Mendioroz considera que, aparte de la “desinformación” que puede haber actualmente en torno a las vacunas, una de las principales barreras con las que se encuentra la vacunación es la percepción de que la gripe puede ser una “enfermedad banal” y que a veces se asimila a un resfriado. “La gripe no es un resfriado, es una enfermedad más seria, y creo que esta idea de que la gripe puede ser una enfermedad de la que se recupera uno fácilmente hace que la percepción individual del riesgo sea baja”, ha subrayado.

Cómo comunicar un riesgo cuando el peligro no se ve

Pero ¿Cómo explicar la importancia de esta inmunización a quien habitualmente no se vacuna de la gripe? ¿Cómo recomendar de forma efectiva el uso de la mascarilla sin hacerla obligatoria, por ejemplo cuando se tienen síntomas respiratorios? ¿Cómo comunican los responsables de Salud Pública unos mensajes que a menudo se basan en escenarios de probabilidad a una sociedad que merece toda la protección de las instituciones, pero a la que no le gustan el alarmismo ni el paternalismo?

Preguntado por esta cuestión, reflexiona quien fue uno de los máximos coordinadores de la estrategia frente a la covid y ahora lo es ante otras amenazas para la salud colectiva. Mendioroz señala que es “muy complejo” y que las estrategias para hacerlo de la mejor manera generan un “amplio debate”. “¿Cómo podemos decir desde el inicio que será una temporada peor que las anteriores? ¿Cómo transmites el riesgo cuando no tienes la alerta encima, de algo que no estás viendo?”, reflexiona.

“Es un poco como las alertas meteorológicas en los móviles y la gente dice que no llueve tanto, o al revés. Es un equilibrio difícil, porque al final tienes que basarte en escenarios futuros, por muy experto que seas, y a veces acertarás más y otras, no”, asume.