Estar entre dos grandes áreas urbanas como las de Barcelona Y Tarragona debería ser una oportunidad. Ubicarse en un territorio que hace décadas podía presumir de paisaje, actividad agrícola y buenas comunicaciones, debía de haber sido un polo de atracción de inversiones respetuosas con el medio, mantener una historia y tradición y, sobre todo, preservar un paisaje que hoy en día es elemento diferenciador y de calidad de las regiones que lo han sabido hacer.
Sin embargo el Baix Penedès se ha dejado fagocitar por la presión urbana especialmente del área de Barcelona y cuartearese de infraestructuras imprescindibles para la gran capital pero que aportan poco o nada al territorio.
En las últimas décadas diferentes asociaciones han mostrado su crítica al trazado de infraestructuras que han dañado el territorio sin tener en cuenta el impacto como líneas de alta tensión, autopistas, tendidos ferroviarios o proyectos de polígonos industriales.
Lluites de la Vegueria
Con ese objetivo se han reunido una cincuentena de representantes de 20 entidades de 22 municipios de la veguería del Penedès para hacer balance. El encuentro con el nombre de Lluites de la Vegueria Penedès, ha servido para recordar aquellas protestas y manifestaciones que durante años tomaron las calles en defensa del territorio. Visto con perspectiva y con la realidad actual, con menos éxito del esperado.
Participaron entidades culturales, sociales, ambientales y agrarias. El objetivo era analizar la situación actual y consensuar ejes de trabajo a priorizar para intentar un futuro más sostenible y respetuoso con el territorio.
Los participantes en Lluites de la Vegueria Penedès, señalaron que «el modelo actual de planificación territorial del Penedès está basado en la improvisación, la implantación logística en el entorno de las redes viarias, ferroviarias y costeras».
Dependencia
También que se mantiene la dependencia de las áreas metropolitanas de Barcelona y Tarragona olvidando las potencialidades propias.
Recientemente se ha aprobado el Pla Territorial del Penedès que Som Penedès considera anclado en el siglo pasado «sin proyecto propio, sin una planificación coordinada en el ámbito territorial, obviando el cambio climático, parados ante la sequía y enrocados en un modelo caduco de seguir creciendo sin freno».
Som Penedès aglutinará el tejido asociativo. El principal objetivo es impulsar una región agroalimentaria, una visión conjunta de planificación urabanística, priorizar infraestructuras necesarias para el territorio y no ser sólo punto de paso y la autonomía de la gestión energética.
Som Penedès explica que se constituye en asamblea de la Veguería para «coordinar y compartir las luchas existentes» y potenciará las acciones de calle.