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Este fin de semana, los agentes de la Policía Local de Roda de Berà llevan un nuevo elemento en sus uniformes: una cámara personal de grabación de vídeo y sonido. El Ayuntamiento ha adquirido un total de 12 unidades, teniendo en cuenta el número de agentes que pueden coincidir durante un mismo turno.
Las cámaras personales son pequeñas y pesan 23 gramos. Irán colocadas en el pecho de los agentes y grabarán desde una perspectiva subjetiva con una lente grande angular de 130 grados.
Con ellas, se logrará una mayor transparencia de la tarea policial en actuaciones o situaciones que puedan ser conflictivas, en las cuales se den circunstancias de riesgo para los agentes o de terceras personas. Éstas han sido recogidas en un protocolo de uso que tendrán que cumplir para dar garantías a los derechos y a las libertades de todas las personas.
La cámara tiene una función de pregrabación la cual permite conservar las imágenes y los sonidos grabados momentos antes de la activación del dispositivo por parte del agente. Este se tendrá que mantener en marcha hasta que no finalice la actuación policial que ha causado la activación de la cámara.
«El simple hecho de saber que estás grabando en aquel momento ya tendrá un efecto disuasivo y ayudará a rebajar la tensión en algunos momentos. También ofrece una mayor seguridad y más garantías para el ciudadano, pero también para nuestros agentes», asegura Antonio Gómez, jefe de la Policía Local de Roda de Berà.
Algunos ejemplos de usar la cámara unipersonal son el uso de la fuerza física, ataque o intimidación por armas u objetos peligrosos; en situaciones en que se ponga en riesgo la integridad física tanto de los agentes como de la ciudadanía; en casos de desorden público; o ante un delito, entre otros.
Las imágenes quedarán almacenadas en un servidor municipal y serán destruidas un mes desde su grabación, excepto cuando estén relacionadas con infracciones penales o administrativas graves, con una investigación policial en curso.
