Eduard Artigas apenas comentaba en la familia sobre su etapa en Alemania. Y menos entre los vecinos. Estuvo en Alemania menos tiempo del previsto. Pero en el pueblo entonces corrieron todo tipo de habladurías.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Ramon Serrano Suñer, conocido como el cuñadísimo por ser cuñado de Franco y que fue ministro, pactó con su homólogo nazi, Heinrich Himmler, que muchos españoles fuesen a Alemania para trabajar en industrias de guerra.
La mayoría de alemanes estaban movilizados en los frentes bélicos activados por Hitler y la industria necesitaba mano de obra.
Los sueldos que se ofrecían eran tentadores en un época de carencias. Mayoritariamente los voluntarios fueron de Castilla, Extremadura, Murcia y Andalucía. Pero en el último trimestre de 1941 de Barcelona salieron dos trenes llenos de voluntarios.
Como explica la entidad de investigación de la historia de Cunit, Delmacio de Conito, la llamada no tuvo mucho éxito en Catalunya.
Con un permiso materno
Uno de aquellos voluntarios fue Eduard Artigas, de Cal Mercior de Cunit. Nacido en 1924 y que partió hacia Alemania con 17 años con un permiso materno que el joven hizo firmar a la madre explicando que era para ir a trabajar a la Renfe a Vilanova.
Con los papeles entregados a la Falange vilanovina, Artigas, junto a otros jóvenes viajó a Alemania. Pero ¿cuál fue su destino?

Delmacio de Conito da respuesta gracias a un documento encontrado en un archivo en Gran Bretaña. Información que fue rescatada por los británicos.
«Es falso que Eduard Artigas militase en la División Azul ( infantería de voluntarios españoles que colaboró con Alemania en su lucha contra la Unión Soviética) enviada al frente ruso como se escuchó durante años», explica Jaume Casañas de Delmacio de Conito.
A la fábrica
¿A dónde fue Artigas? En la documentación encontrada hay un contrato que revela que estuvo en la industria de guerra desde finales de 1941 a principios de 1943.
Aquel joven de Cunit que subió al tren con destino a Alemania trabajó en una de las fábricas de Volkswagen en Brunsvic, fabricando componentes para la planta central.
Cierto es que la Volkswagen trabajó al servicio del régimen nazi y recientemente, junto a otras 49 empresas alemanas, ha reconocido que se beneficiaron del nazismo. Hitler encargó la creación de un coche del pueblo y Ferdinand Porsche diseñó el célebre Escarabajo. Aunque principalmente la empresa entonces fabricó vehículos para la guerra.
La producción estaba centrada en el Kübelwagen, un vehículo militar ligero para hacer frente a las condiciones de las estepas rusas y al desierto del norte de África. Por eso los bombardeos aliados se centraban en esas factorías.
Artigas no cumplió el periodo firmado de dos años «desilusionado por las promesas incumplidas de los jerarcas franquistas y los cada vez más intensos bombardeos de la aviación aliada en las zonas industriales.
Pidió regresar a Barcelona y se instaló en Vilanova y trabajó en la Pirelli, donde recalaron muchos vecinos de Cunit para dejar la agricultura. Eduard Artigas Hugué se jubiló en la Pirelli en 1989. Falleció en 2013 y sus restos reposan en el cementerio municipal junto a los de su madre y esposa.
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