Explica que el primer recuerdo que tiene de niña en una cocina es el de su madre limpiando boquerones. Por eso el título de su libro debía ser el de Netejant seitons. «Porque más que un libro de cocina es un trabajo de sentimientos gastronómicos», explica Mary Herrera Hiruelo, del restaurante Bistrô Segur.
Su libro Netejant seitons. 40 receptes de cuina i algunes històries d’amor es uno de los seleccionados para competir en el certamen Gourmand World Cookbook Awards, considerado de los de más prestigio en la literatura gastronómica.
Dos dominaciones
Mary Herrera ha logrado las nominaciones en las categorías Mujer chef, en la que competirá contra otras diez candidatas y en la de Escritura de alimentos, donde compiten otro 17 participantes.
Para calibrar la importancia de la candidatura de Mujer chef destaca que en la de hombres, uno de los seleccionados es Jordi Roca. Y para la del libro, que al año en todo el mundo se publican 20.000. Sólo un 3% son considerados por los Gourmand Awards.
Disfrutándolo
Herrera todavía está entre la incredulidad y los nervios. «Pero disfrutándolo», señala. El veredicto será el próximo 26 de mayo en Yantai (China).Participan libros de 215 países. Netejant seitons. 40 receptes de cuina i algunes històries d’amor representa a España como libro escrito en catalán.
Mary presenta 40 recetas de su creación. Diez entrantes, otros tantos primeros y segundos y diez postres. Con sus fotos y todos los platos tienen su dedicatoria y su canción.
Como la piruleta de chocolate dedicada a Sandra, Aurora, Fina, Miriam y Bibi. Y que tiene al Himno de la Alegría como canción. «Escoger qué tema musical unir a cada plato ha sido lo más complicado», explica la cocinera de Calafell.
En el Bistrô Segur, un pequeño restaurante de doce mesas, el menú diario, la cocina de autor y en miniatura de Mary Herrera han llevado a su Netejant Seitons al Gourmand World Cookbook Awards.
Un año
«Hace algo más de un año que decidí hacer un libro». Quizá recordando a un primer de cocina sin título que tuvo hace años y que le llevó a la pasión por la conina. «Al restaurante vienen personas de todo tipo y procedencia. Y eso es lo que intento con el libro, una mezcla de sentimientos, culinarios y sensitivos».
Porque la cocina también debe estar unida a sensaciones y emociones. A sonidos, a olores. A recuerdos. Como aquellos boquerones que limpiaba la madre de Mary Herrera y que la llevaron a la pasión de los fogones.
