Rodri, del banquillo del Nàstic a triunfar en el Villarreal
El técnico catalán dirigió al Nàstic en la temporada 2017-2018 y ahora forma parte del cuerpo técnico de Unai Emery desde el curso pasado

Rodri Saravia en el banquillo del Nàstic en la temporada 17-18.
Hace poco más de un año, Antoni Rodríguez Saravia, más conocido como Rodri, daba un volantazo a su carrera profesional. El exentrenador de la Pobla y el Nàstic era reclutado por Unai Emery para su Villarreal. El técnico vasco le incorporaba con el rol de «trabajar en la mejora individual de los futbolistas del primer equipo». Por aquel momento estaba como director deportivo del Inter Escaldes de Andorra, pero el ofrecimiento del submarino amarillo fue demasiado suculento.
A dñia de hoy, Rodri disfruta del día a día y del progreso de uno de los proyectos más sólidos del fútbol español. El Villarreal está ya en las semifinales de la Champions League tras dar la campanada ante la Juventus y el Bayern en semifinales.
Rodri Saravia es un técnico al que Tarragona recuerda con cariño. El técnico de Barcelona aterrizó en la entidad grana para dirigir a la Pobla en una apuesta del director deportivo, Emilio Viqueira que confiaba mucho en sus posibilidades. En el filial grana duró muy poco porque el Nàstic acudió a su figura cuando decidió cesar a Lluis Carreras tras una muy mala dinámica en las cuatro primeras jornadas.
Rodri compareció en el banquillo grana grana de mantera interina, pero su victoria frente al Albacete en su estreno como técnico por 3-1 prolongó su estancia. La etiqueta de interino se marchó con celeridad y asumió el rol de primer entrenador junto a su ayudante Eduardo Vílchez. Fue tras lograr tres victorias, un empate y una derrota en sus primeros cinco partidos como técnico del Nàstic.
Lo cierto es que Saravia fue un técnico que le dio al Nàstic una identidad de juego muy marcada en la que el 4-4-2 y el juego de delanteros era protagonista. Una ideología de fútbol que nutrió al lado de Raül Agné, actual técnico del Nàstic, y que tuvo de segundo a Rodri en su etapa en el Girona, también en el Cádiz y en el Zaragoza.
Rodri consiguió el total 27 de 54 puntos posibles, logrando victorias de gran prestigio como la conseguida en el Estadio José Zorrilla o en Vallecas.
Sin embargo, dos derrotas consecutivas ante Sporting y Reus Deportiu y que dejaron al Nàstic en una zona muy delicada provocaron su cese y que no terminara la temporada en el banquillo grana. Entonces apareció Nano Rivas que lograría tres victorias en tres partidos.
Tras su aventura grana, Rodri fue segundo de José Luis Oltra en el Tenerife y también viviría una nueva experiencia como primer entrenador en el Extremadura.