Entrevista
Mángel Prendes: "Para Parralo somos los mejores y eso nos da confianza"
Titular en la victoria ante el Cartagena, el centrocampista analiza el crecimiento del Nàstic, el impacto del nuevo entrenador y su momento personal
Mángel Prendes posa en las gradas del Nou Estadi.
Mángel Prendes (Candás, 2001) fue titular por segunda vez esta temporada ante el Cartagena. El asturiano ayudó al Nàstic a desplegar su mejor versión en una tarde en la que fue un apoyo constante en la sala de máquinas, donde se entendió con naturalidad con Marc Montalvo. El centrocampista llegó a Tarragona el pasado verano tras ser una pieza clave en el Arenteiro, club en el que coincidió con Marcos Baselga, el delantero grana al que define como «honrado». Formado en la cantera del Oviedo, su fiabilidad le ha convertido en un recurso habitual para Parralo, aunque el mediocentro quiere más. Ante el Antequera repetirá en el once inicial, ya que Óscar Sanz volverá a causar baja. Una nueva oportunidad para seguir demostrando que está preparado para salir de inicio.
Victoria muy convincente ante el Cartagena, tanto por el resultado como por las sensaciones y por ser superiores de principio a fin a un rival directo.
Creo que era algo que llevábamos buscando desde que llegó el míster: una identidad clara y reconocible durante los 90 minutos. Es verdad que ante el Hércules hicimos una primera parte muy buena, pero la expulsión lo condicionó todo. En Sevilla pasó algo parecido: una primera parte espectacular y una segunda en la que no supimos seguir haciendo lo que nos pedía el entrenador. Ganar 2-0 en casa ante un rival de entidad como el Cartagena, siendo superiores de principio a fin, refuerza mucho el trabajo que hacemos durante la semana.
¿Fue el mejor partido de la temporada?
En un análisis global de los 90 minutos, el del Cartagena seguramente fue nuestro mejor partido del año
Sí. De hecho, no recuerdo ninguna parada clara de Dani (Rebollo). Cuando ha tenido que aparecer lo ha hecho, pero ojalá siempre tenga partidos tranquilos. Creo que incluso pudimos ganar por algún gol más: la ocasión de Camus, una contra final de Christos… En un análisis global de los 90 minutos, seguramente fue nuestro mejor partido del año.
El efecto del entrenador se nota. En pocas semanas el equipo ha cambiado a nivel anímico y futbolístico. ¿Dónde está la clave?
Sobre todo en el día a día y en tener las ideas muy claras. La clave es que nosotros estamos por encima del rival: no vamos a cambiar nuestra forma de jugar según quién tengamos enfrente. Llevamos alrededor de mes y medio trabajando una identidad muy marcada, insistiendo en ella cada semana, y eso se refleja en el campo. El míster nos transmite que somos los mejores y esa confianza es fundamental para que un futbolista rinda.
Desde fuera sorprende el ritmo de presión y de intensidad que mantienen durante todo el partido. ¿Es trabajo físico, mentalidad o ambas cosas?
Es una mezcla de las dos. A nivel físico, Jordi (Abella) hace un trabajo espectacular con nosotros, tanto en el gimnasio como en el día a día. Pero también es clave la idea del entrenador: ser un equipo agresivo, muy presionante durante los 90 minutos. El otro día se vio claramente, desde el minuto uno hasta el final, con todos apretando arriba. Creo que aún podemos dar más, porque esta forma de jugar exige un punto físico muy alto y todavía estamos creciendo en ese aspecto.
A nivel individual fue titular y cuajó un partido muy completo.
Me sentí muy a gusto. Los compañeros me lo ponen muy fácil. No es sencillo pasar tantos meses sin acumular titularidades y luego salir y rendir, pero me sentí orgulloso del trabajo invisible de estos meses. Me cuido mucho: descanso, alimentación y gimnasio. Siempre pienso que hay que estar preparado para cuando llegue la oportunidad y aprovecharla, porque eso es lo único que depende de ti.
¿Cómo está viviendo su cambio de rol? En el Arenteiro lo jugó prácticamente todo y aquí le está tocando más ser revulsivo.
En mi carrera he pasado por distintas etapas. El año pasado jugué prácticamente todos los partidos y al llegar aquí sabía el club al que venía y el contexto. Desde el primer momento me marqué un objetivo muy claro: estar disponible para el míster todas las jornadas. Parece fácil, pero estar sano durante toda una temporada es muy complicado. De momento lo estoy consiguiendo y, evidentemente, me gustaría seguir sumando partidos como titular.
Mángel Prendes tras el entrenamiento del jueves.
En el Arenteiro coincidió con Baselga. Vaya delantero tiene el Nàstic...
Para mí es un delantero top de la categoría. No solo por los goles, sino por todo lo que aporta: asociación, faltas, trabajo. Es un delantero muy honrado. El otro día, por ejemplo, recibió de espaldas en tres cuartos, se giró, regateó y la puso al palo. Tengo una relación muy buena con él y creo que todavía vais a ver su mejor versión.
Montalvo y usted forman una medular muy complementaria. ¿Lo ve así?
Con Monti me siento muy cómodo. Yo soy un pivote más posicional y defensivo, y él tiene más llegada. Tenemos muy buena relación personal y eso se nota en el campo. Nos ayudamos constantemente. Pero más allá de nombres, creo que el grupo humano es muy bueno, muy noble. Juegue más o juegue menos cada uno, todos aportan, y eso es clave para un equipo.
Se define como un pivote defensivo. ¿Qué jugadores tiene como referencia en su carrera?
Sí. Sin balón me fijo mucho en Casemiro o en Tchouaméni, que me parecen pivotes espectaculares. Con balón, Busquets es una referencia clara para mi generación. También me gusta De Jong por su dinamismo, aunque yo no sea tan ese perfil, y Eric García, que me parece un jugador muy versátil y poco valorado para el nivel que tiene.
Usted también de del mismo pueblo que Pablo Fernández. ¿Has hablado con él sobre el Nàstic?
Sí, Candás es un pueblo pequeño y nos conocemos todos. Con Pablo tengo muy buena relación y hemos trabajado juntos en varias pretemporadas. Antes de venir aquí hablé con él y me habló maravillas de todo: del club, de la ciudad y de lo que se vive aquí. Yo ya tenía muy claro que quería venir, así que no tuve ninguna duda.
Pese a un inicio irregular y un cambio de entrenador, estáis en zona de playoff.
Dentro lo vemos con otra perspectiva. Hay mucho ruido fuera, pero cuando miras la clasificación estás a pocos puntos de todo. Es una competición muy igualada y durísima. Los objetivos se consiguen a partir de abril, en los últimos diez partidos. No sirve de nada empezar muy bien y luego caerte. Llegar al parón de Navidad dependiendo de nosotros mismos para estar en playoff, después de un inicio irregular, es positivo.
El equipo está creciendo y acabar el año con una buena racha sería importante. ¿Qué significaría ganar en Antequera?
Sería una barbaridad. En Primera RFEF es muy difícil encadenar victorias, especialmente fuera de casa. Vamos a un campo complicado como el de Antequera, un equipo que el año pasado hizo playoff y que ha hecho un gran esfuerzo. Pero nuestra identidad es ir a ganar a todos los campos. Si conseguimos cerrar el año sin perder y con varias victorias seguidas, sería un gran final de 2025 y un gran inicio de 2026.