Minuto 86 de partido. El Nàstic acaba de marcar el tercer gol a Unionistas en un Nou Estadi que es una fiesta. Lo ha hecho Ander Gorostidi y Dani Vidal decide realizar un cambio que no es uno más. Llama a Agus Gutiérrez, que va a entrar en lugar del vasco. Un centrocampista de solo 19 años, una de las estrellas del Juvenil de División de Honor. El debut es el premio al talento, la constancia y la ambición. Dani Vidal no regala estrenos, y si ha decidido meter al canterano es porque la fe en su proyección es total.
Leonardo Gutiérrez, padre de Agus, atiende al Diari solo unas horas después del debut de su hijo. Todavía le invade la emoción cuando recuerda ese instante: «Me emocioné mucho. Estaba con mi hija en la grada y fue un sueño cumplido. No podía ni hablar y todavía me cuesta hacerlo cuando lo recuerdo». El argentino, que también entrena al Cunit de Cuarta Catalana, está orgulloso de su hijo y lo expresa con sus palabras. Eso sí, deja claro que el protagonista es él. No pretende estar en el foco, porque siempre ha estado a la sombra de su hijo: apoyándole, corrigiéndole y marcándole el camino para llegar a donde pocos llegan.
Agus es un talento que desde bien pequeño se enamoró de la pelota. Sus padres son de Buenos Aires (Argentina), donde el fútbol es religión, pero él nació en Barcelona y se ha criado en Segur de Calafell. Allí, desde los tres años, pedía la pelota para juguetear con ella en los parques y en la playa. Sin saberlo, encontró su don y, con solo seis años, brilló en el prebenjamín del Cunit, su primer equipo.
Su primer año en el fútbol formativo fue tan bueno que el Barça ya se fijó en él y lo reclutó para hacer las pruebas. No logró entrar en la cantera azulgrana en ese primer intento, pero se marchó al Cubelles, donde volvió a destacar en el prebenjamín de segundo año. En enero ya le confirmaron su ingreso en el Barça para la siguiente temporada.
Gutiérrez estuvo en La Masia hasta categoría alevín y luego se fue al Cornellà. Ese fue su último destino antes de recalar en el Nàstic, al que llegó en el Infantil A, iniciando una trayectoria basada en el crecimiento constante. «Siempre ha ido mejorando y ganándose un sitio», confirma Leo. Con solo 19 años, ya ha debutado a las órdenes de Dani Vidal, el entrenador que ya lo había llamado el año pasado para entrenar con el primer equipo y que siempre lo ha tenido en el radar porque confía mucho en su proyección.
Ya debutó en Copa Catalunya
Este año, Agus Gutiérrez ya había debutado con el primer equipo en la Copa Catalunya. Fue en un Nàstic que apostó por la cantera para disputar dicha competición, pero Vidal no dudó en darle la oportunidad al centrocampista para que exhibiera sus virtudes en un contexto más exigente. La perla grana no defraudó: demostró frente a los mayores que su talento no se achica ante nadie. Es un jugador intenso, con gran capacidad para la asociación y que jamás negocia la intensidad.
El mediocentro ya estuvo cerca de ser convocado para Balaídos, ante el Celta Fortuna, pero finalmente no fue así. La ocasión tuvo que esperar y llegó este pasado sábado ante Unionistas.
Entró en la lista junto a otra pieza clave del Juvenil, Enric Pujol, pero fue él quien debutó. Solo estuvo unos pocos minutos sobre el verde, pero le bastaron para demostrar su personalidad y su talento. «Contra el Andorra estuvo muy nervioso y no jugó su mejor partido, pero el otro día me dijo que había perdido el miedo y que estuvo súper tranquilo», cuenta su padre.
Ahora Agus debe seguir apretando, porque un debut significa mucho, pero a la vez nada. Se suele decir que lo difícil no es llegar, sino mantenerse. Es totalmente cierto, pero si uno pisa tierra firme es porque el camino hasta allí ha sido el correcto.
Ahora, el reto es seguir caminando y no retroceder. Por confianza de Dani Vidal no será. Por talento de Agus, tampoco. El futuro está escrito, y el Nàstic sonríe porque sabe que tiene un futbolista de presente y futuro entre manos.