El árbitro Eder Mallo, protagonista del polémico Nàstic-Málaga que decidió el ascenso a Segunda División el pasado mes de junio, ya tiene nueva fecha para declarar como investigado. Será el 30 de abril, mediante videoconferencia, tal y como ha acordado el Juzgado de Instrucción Número 4 de Tarragona, que investiga una querella del Nàstic por falsedad documental y corrupción deportiva. La comparecencia de Mallo, que inicialmente estaba prevista para el 4 de marzo, fue aplazada tras un error en la notificación judicial.
El árbitro tendrá que dar explicaciones sobre su acta, en la que afirmó haber recibido amenazas de muerte y haber necesitado protección policial, extremos que los Mossos d’Esquadra desmintieron en su informe oficial. El club grana sostiene además que el arbitraje perjudicó gravemente sus opciones de ascenso, con decisiones clave durante el encuentro disputado en el Nou Estadi. No obstante, Eder Mallo se puede negar a declarar y no contestar así a las preguntas de la jueza, la fiscal y del Nàstic, como parte denunciante.
Para el colegiado era lo más lógico apostar por la videoconferencia y no por la presencialidad, ya que cabe recordar que el propio Eder Mallo se refirió en términos muy despectivos tanto a la ciudad como a las fuerzas de seguridad catalanas.
En una conversación privada grabada por la agencia Método 3 y revelada por Francisco Marco, el colegiado calificó a Tarragona como «una ciudad de mierda» y aseguró que «los Mossos son unos hijos de la grandísima puta, la policía más corrupta». Estas expresiones, ampliamente difundidas, añadieron aún más tensión al caso y contribuyeron a alimentar las dudas sobre su imparcialidad en la dirección del partido.
A lo largo de los últimos meses, la instrucción ha sumado documentos fundamentales para el caso. Entre ellos, el informe del Comité Técnico de Árbitros (CTA) que califica la actuación de Eder Mallo como «excelente», firmado por su presidente, Luis Medina Cantalejo. Una valoración diametralmente opuesta al análisis técnico presentado por Xavier Estrada Fernández, exárbitro de Primera División, que apuntaba a errores graves del colegiado.
El informe del CTA
El informe de Medina Cantalejo forma parte de los documentos que avalaron el ascenso de Mallo tras esa final. Sin embargo, el Nàstic pone en duda esa promoción al considerar que el árbitro ya había solicitado una excedencia en su trabajo como policía local semanas antes del partido, lo que podría indicar que su ascenso estaba previsto con anterioridad, y no como recompensa por su actuación en Tarragona. A raíz de estas contradicciones, el club ha solicitado formalmente que la jueza cite a Medina Cantalejo como testigo, al considerar su declaración «imprescindible» para esclarecer las decisiones institucionales que se tomaron tras el partido.
No obstante, la magistrada rechazó inicialmente esta citación al no considerarla necesaria, por lo que los servicios jurídicos del Nàstic han interpuesto un recurso para que se reconsidere esa decisión, ya que considera a Cantalejo una figura clave con su testificación.