Junqueras y Margallo dan espectáculo en su duelo televisivo

El número cinco de la lista Junts pel Sí y el ministro de Exteriores defienden sus posturas a favor y en contra de la secesión y las posibles consecuencias que tendría

El dirigente del PP y ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, defendió anoche las ventajas que tiene Catalunya en España e incluso apeló a los sentimientos para rechazar la secesión, en un debate cara a cara con el líder de ERC, Oriol Junqueras, quien mantuvo su guión a favor de la independencia.

A cuatro días de las elecciones, Margallo y Junqueras se enfrentaron en un debate en 8TV moderado por el periodista Josep Cuní, en un ambiente de discusión serena y muy educado en las formas, con sucesión de argumentos por ambas partes.

Un cara a cara cuyo núcleo de mayor disputa fue la divergencia sobre si Catalunya seguiría o no en la UE si se independiza de España.

Margallo, que apeló en varias ocasiones a los sentimientos de estima hacia Catalunya -«Oriol, se os quiere mucho en España», quiso dejar claro que una declaración unilateral de independencia de Catalunya no supondría su expulsión de la Unión Europea sino la propia «autoexclusión» de la UE por parte de esta comunidad. Bajo su opinión, señaló que la independencia traería «el corralito», la «fuga de depósitos» y otros efectos negativos económicos entre los que citó una bajada de la pensión media de los catalanes de entre 350 y 400 euros al mes -un 44 por ciento menos de media- o la subida del paro del 19 al 37 por ciento.

Además subrayó que con el «efecto frontera» el comercio exterior en Catalunya registraría fuertes caídas como ha ocurrido en otros países -como el de Eslovaquia y Chequia, que bajó el 66%- y también conllevaría el desplome de la recaudación tributaria y el aumento de las prestaciones por desempleo.

Ante el argumento de Junqueras de que la UE no va a excluir a Catalunya, Margallo dijo que el líder de ERC «tiene razón» pero, aclaró, porque «quien se iría de casa es Catalunya», cuando a él lo que le gustaría es «catalanizar España, como valencianizar también España».

Recordó que el propio presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, ha dado una respuesta «clarificadora» al respecto, la de que si Catalunya declara su independencia sale de la UE «desde el minuto cero» y en ese caso «no hay expulsión» sino «autoexclusión». «Él es quien debe interpretar y ejecutar los tratados», apuntilló.

El ministro insistió en defender que la ciudadanía europea va ligada a la nacionalidad de uno de los Estados miembros, y advirtió de que con la independencia «se renuncia a la Constitución y a todas las leyes que traen causa» tras ésta y, «por lo tanto», se renuncia «a la nacionalidad originaria».

Por su parte, el presidente de ERC y número cinco de la lista Junts pel Sí, Oriol Junqueras, aseguró que las «profecías apocalípticas» del Gobierno sobre las consecuencias que tendría la independencia de Catalunya «chocan con la realidad».

Junqueras defendió la viabilidad de una Catalunya independiente y recordó que en el último semestre Catalunya ha registrado un «récord histórico de inversión extranjera y un «récord de exportaciones» al exterior. Se mostró convencido de que no se impondrían aranceles de ningún tipo, porque ninguna de las dos partes estaría «interesada» en ello, y rechazó las comparaciones «inapropiadas» con las independencias de los Estados exsoviéticos.

Después de que Margallo esgrimiese el caso de la independencia de Argelia respecto a Francia, Junqueras consideró «delicioso» este ejemplo, porque todos los ciudadanos que eran franceses y querían conservarla, pudieron hacerlo, como el novelista Albert Camus, y porque este ejemplo traza una comparación con las «relaciones entre una metrópoli y una colonia».

«No le vamos a quitar la nacionalidad a nadie y sería lamentable que el Gobierno español la quisiera quitar», recalcó. A este respecto, Margallo respondió que «por sentido común, si a lo que se aspira es a una república independiente de siete millones de ciudadanos, todos con nacionalidad española, es un poco absurdo. Si uno se va es que se va, no se va para quedarse con unos atributos sí y otros no».

Sobre una eventual salida de una Catalunya independiente de la Unión Europea, Junqueras subrayó que en los tratados europeos «no hay ningún artículo que prevea un mecanismo de exclusión» y citó «jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia» según la cual, a su juicio, sería «legítimo» crear un nuevo Estado si lo avala una mayoría democrática parlamentaria.

Junqueras, que intervino en castellano, se arrogó una «victoria brutal» sólo por haber logrado debatir en televisión con el ministro de Exteriores, a quien pidió negociar ya la secesión.

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