La familia del joven que agredió a Rajoy es 'simpatizante del PP'

El presidente del Gobierno reclama que no se saquen consecuencias políticas del puñetazo y defiende a sus escoltas. El chico fue internado ayer en un centro de menores

«Lo sorprendente es que fuera en Pontevedra». Eso es lo que más extrañeza causó a Mariano Rajoy de la agresión sufrida anteayer en su ciudad. Admitió que «no sospechó nada» del joven que le sacaba fotos a menos de un metro y que resultó ser un pariente lejano de su esposa Elvira Fernández. El presidente del Gobierno retomó ayer la campaña electoral en Barcelona, divulgó un vídeo suyo en el gimnasio, restó importancia al puñetazo y reclamó que no se saquen consecuencias políticas de la agresión.

Aunque nació en Santiago, Rajoy se considera pontevedrés por los cuatro costados. Se sentía en casa, pero se llevó un guantazo de recuerdo. Dijo que no va a cambiar su estrategia electoral de pasear por las calles porque si por un incidente menor «nos metemos en casa» sería una mala señal. Defendió además la labor de sus escoltas, «estuvieron impecables» y justificó que no pudiera reaccionar y evitar el puñetazo porque «es muy difícil saber quien viene con buenas o malas intenciones». Lo que pasa, añadió, es que en todo colectivo «siempre hay gente un poco extraña».

Pasar página. Era lo que más quería Rajoy y no convertir la agresión en un dato político de la campaña porque «en absoluto» lo es ni tiene nada que ver, dijo, con el bronco debate que mantuvo con el socialista Pedro Sánchez. «Extraer consecuencias políticos es algo que no se debe hacer», reclamó a todos.

Rajoy no piensa en denunciar al agresor, un joven de 17 años que atiene al apodo de ‘Capi’ y que resultó ser pariente lejano de su esposa. Según unas fuentes, es hijo de una prima de Elvira Hernández; según el PP, la abuela de ‘Capi’ tenía un parentesco indirecto con el padre de la esposa de Rajoy, aunque nunca tuvieron relación. En la familia del joven, además, «son simpatizantes del PP», puntualizan en el partido. Los padres del menor, entretanto, pidieron a través de un amigo común disculpas al presidente del Gobierno y solicitaron hacerlo en persona una vez que pasen las elecciones. A través del abogado de su hijo dijeron que estaban «avergonzados».

‘Capi’, después de dormir en el calabozo, pasó ayer a disposición del fiscal de menores de Pontevedra. Fue sometido a unos análisis médicos y psíquicos. En su primer interrogatorio ante la Policía dijo haber atacado al presidente porque «tenía dos sueldos», y aunque en un primer momento se mostró satisfecho con el paso de las horas se vino abajo y mostró su arrepentimiento.

La agresión a Rajoy reviste todas las características de un delito de atentado contra la autoridad, en concurso con lesiones y con la circunstancia agravante de dirigirse contra el presidente del Gobierno, para todo lo cual el Código Penal prevé penas de entre tres años y medio y seis años de cárcel.

Sin embargo, varios penalistas dan por hecho que el autor de la agresión está exento de ir a la cárcel, porque es menor de edad penal. Pero eso no implica que su acto vaya a ser impune y, de hecho, podría ser internado por un período máximo de seis años. El juzgado de guardia de Pontevedra acordó ayer el internamiento en un centro de menores.

Si la reacción de Rajoy fue la de minimizar el ataque y reclamar que no se hicieron valoraciones partidistas, en su partido algunos al parecer no escucharon sus consejos y se dedicaron a loar «la tranquilidad y serenidad» del presidente del Gobierno en un momento tan difícil, en palabras de la ministra de Fomento, Ana Pastor.

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