Querido Pablo...
Estaba terminando los preparativos de mi boda y mi madre (una histriónica pura) se empeñó en ayudarme.

Estaba terminando los preparativos de mi boda y mi madre (una histriónica pura) se empeñó en ayudarme. Empezó a tratar de hacer todas las cosas por mí y a intentar controlarlo todo. Se puso nerviosa, y al tener un forcejeo conmigo mientras me cogían medidas del vestido me tropecé y éste se me rasgó. Por suerte, el vestido se puede arreglar, pero el daño que le ha hecho a nuestra relación perdura. ¿Cómo puedo evitar que esto ocurra?
Yoli, 38 años.
Querida yoli,
Es algo innato que toda madre se sobrepreocupe por sus pequeños, pero tienes toda la razón en cuanto que hay algunas que no ponen un límite, y consiguen ‘liarla’en lugar de ayudar. Mira si no Margarita Seisdedos, como con cada bolsazo que daba hundía más la carrera de su hija Yurena –antes Tamara, la mala–. No permitas que esto ocurra haciéndola responsable de pequeños trabajos que le requieran tiempo, no permitiéndole atender otros temas. Ponla a cerrar los sobres de las invitaciones, a contar puros o a coser un segundo vestido de novia de repuesto. El secreto se encuentra en que sea algo sencillo, mecánico y entretenido. Con este gesto, también conseguirás limar asperezas y demostrarle que a pesar de todo sigues confiando en ella.
Espero que con este consejo ambas podáis disfrutar de tu casamiento sin malas caras, al menos para que os salgan bien las fotos.
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