¡Atención! Torredembarra busca... ¡Profesor de sardanas!

La gente mayor de Torredembarra sabe bailar mejor una sevillana que una sardana. Sí, lo han leído bien. No se sorprendan, si fuera al revés también querrían saber por qué. Y se lo voy a explicar. Es tan sencillo como esto: en el Esplai de la Gent Gran (¡poca broma! Tienen casi mil socios, la mitad andaluces y la otra, catalanes!) hay una monitora de sevillanas, pero nadie que les enseñe sardanas. Pero ellos quieren aprender. De hecho, cada domingo, decenas de socios forman una rotllana (o incluso dos) y se ponen a bailar... «como buenamente podemos», explica la presidente la entidad, Núria Gómez.

Es por esto que el Esplai de la Gent Gran hace una llamada pública para encontrar un profesor o profesora de este baile típico catalán. «Queremos integrar todas las tradiciones de Catalunya en nuestras actividades y talleres», explica Núria, «y es una lástima que algo tan típico de nuestro territorio como es la sardana no podamos expresarlo como es debido».

El daño de la covid

De hecho, el esplai se encuentra con este problema desde después de la pandemia, puesto que antes sí que había un monitor específico para las sardanas. Pero el parón de la covid hizo que todo cambiara y ahora la entidad ha recuperado todas las actividades que se realizaban excepto, precisamente, esta. «Mientras yo sea la presidenta, esta tradición se va a mantener», asegura Núria.

Y ustedes se preguntarán: ¿Cómo es posible que, entre casi mil socios, no haya ninguna que pueda enseñar a bailar sardanas? Algunos bromean: «¡Nuestra presidenta!», y otros reconocen que uno de los usuarios, Juan, es quien cada domingo marca los ritmos. Pero «es mayor, está operado de la cadera y no quiere comprometerse en dar clases», reconoce Núria. La secretaria de la junta, Ana Maria Carbonell, va un poquitín más allá: «él sí que sabe contar, pero no para darnos clases», aunque hay que admitir, como también reconoce el vicepresidente del esplai, Emilio Giráldez, que «la sardana de este domingo la montó él, y fue preciosa».

Emilio es andaluz, pero es un enamorado de este baile catalán: «la sardana es muy bonita, yo siempre pondría la misma, la Santa Espina. ¡Y Baixant de la Font del Gat, también! Pero claro, yo no la sé bailar, la miro desde fuera, y veo que, aunque se le pone muchas ganas. uno va para un lado, y otro, para el contrario». Lo importante, añade la presidenta, es que «les enseñen, porque ahora hacen lo que quieren, nadie nos ha dicho: hay que estilizar, coger de este modo si eres hombre o mujer, hay que bailar de puntillas...»

Así que ya saben, en el Esplai de la Gent Gran de Torredembarra hay centenares de personas que tienen muchísimas ganas de cogerse de las manos, alzar los brazos y comenzar a bailar en una perfecta rotllana sardanista. Pero no tienen a quién les enseñe a hacerlo bien. ¿Usted sabe? ¡Ayúdeles!