Como mariposa que cae en la tela de araña

En primera persona. Un adolescente con altas capacidades cuenta cómo ha sido su paso por la educación obligatoria

Como joven con altas capacidades y teniendo la experiencia de saltar de curso en edad temprana de la adolescencia, puedo asegurar que cada caso es único y especial en sí mismo: la motivación, la situación familiar, la atención que puede ejercer el profesorado sobre el alumno, son aspectos que condicionan firmemente la experiencia que puede vivir un adolescente.

A diferencia de lo que puede pensar la gran mayoría de la gente, un alumno con altas capacidades puede ser adelantado de curso por diferentes motivos, no únicamente al niño que obtiene la máxima calificación se le es presentada esta opción. En muchos casos ocurre por una desmotivación escolar cuya solución, en el mejor de los casos, acaba siendo este salto de curso. Aun así, en ocasiones el problema no es solucionado. Entonces, ¿cuál es el problema? En realidad, el problema no existe en sí, sino que no se tiene en cuenta que un niño o adolescente es una persona en desarrollo, que experimenta, que falla, que crece con los errores, es decir, en muchos casos la pata que hace tambalearse a la mesa es la poca noción que tiene el alumno sobre sí mismo, haciendo que la toma de decisiones no sea del todo adecuada por la falta de retrospectiva que puede tener el joven.

Poniéndome de ejemplo, durante cierto curso de la ESO perdí interés en el instituto por un incremento en mis habilidades de estudio autodidacta, creando en mí la posibilidad de estudiar y aprender por mi cuenta. Eso condujo a la compleja situación donde ni los profesores ni el temario satisfacían mis aspiraciones intelectuales. Fue entonces cuando mis notas disminuyeron considerablemente y no llegué a las expectativas a las que estaba sometido, causando una situación de fracaso académico. La situación derivó hasta que la impotencia, presente en mis pensamientos del momento, se apoderó de mí como la mariposa que cae en la tela de la araña; queriendo volar sobre el campo de flores, pero sometida bajo las fauces inexorables del arácnido.

Gratamente para mi persona, el profesorado decidió adelantarme de curso, llegando así a la situación en la que me dispongo en el presente. Actualmente, estoy en un ambiente social donde me encuentro cómodo y relajado. Además, en las clases siento un interés genuino e incluso, en ciertas ocasiones, se me muestran como un interesante y agradable reto.