El Festival Rototom se blinda para no repetir la tragedia

El certamen de música reggae más multitudinario de Europa vueve con fuerza, aunque alertado por el duro antecedente del Medusa

El festival de música reggae más multitudinario de Europa, el Rototom Sunsplash, vuelve este martes a Benicàssim (Castellón), tras dos años de parón por la pandemia, con ganas de «cambiar el mundo» en una cita multicultural, familiar, sostenible y reforzada en su seguridad tras la tragedia del Medusa de Cullera (Valencia).

Según han informado fuentes de la organización, las instalaciones del Rototom -que son las mismas que las que acogen en julio el FIB- ya se reforzaron en 2019 a raíz de un episodio de fuertes vientos que hubo entonces, pero ahora, tras el vendaval que asoló el Medusa la madrugada del pasado sábado y que dejó un muerto y docenas de heridos, se está «reforzando aún más toda la infraestructura, tanto escenarios como elementos de escenografía».

Durante este fin de semana, el Rototom celebrará su vigésima séptima edición con 73 horas de música y más de 80 conciertos y sesiones en sus seis escenarios, con una oferta de actividades, charlas y talleres distribuidos por una decena de áreas culturales y de ocio.

Además, tendrá 40 propuestas gastronómicas internacionales «capaces de llevar al paladar el viaje por el mundo que es en sí mismo Rototom Sunsplash», una cita a la que no falta un público fiel que vendrá de 77 países, la mayoría de España, Francia, Italia, Alemania y Reino Unido, han añadido a EFE las mismas fuentes.

Pero además de la programación variada, intercultural y diversa, el Rototom es capaz de convertir el recinto de conciertos de Benicàssim, que alberga otras macrocitas musicales como el FIB o el SanSan, en una pequeña ciudad que se presenta como un espacio accesible, seguro, pensado también para el público infantil y con áreas que evitan las aglomeraciones.

Un espacio «amable» donde la sostenibilidad tiene un valor intrínseco y se extiende desde sus charlas a los productos que se venden en el mercadillo, y que se ha materializado con la consecución del certificado de emisiones de CO2 para verificar y convertir en tangible su huella de carbono para poder mitigar y revertir el impacto sobre el medioambiente.

El medioambiente cobrará además este año un protagonismo y peso específico en el Foro Social con debates como «¿Crecemos o decrecemos?», que analizará el decrecimiento como clave para mitigar la crisis climática; «Utopías para cambiar el mundo», que dará a conocer «pequeños y valientes» proyectos de comunidades locales con compromiso social y medioambiental; o la proyección del documental «Esperanza», que analiza el pasado, presente y futuro de la histórica embarcación de Greenpeace.

En otra área, la de Pachamama, se hablará de agroecología, con participación del Porjecte Vorasende y SPG Ecollaures; o sobre el plástico en los océanos y su reutilización en productos como los trajes de baño de Gregal Ecodesign sobre comunidades energéticas y energía limpia y en manos de la gente. Todo un ejemplo.