Jonathan Argüelles, cantante de Sau30: «Las cosas especiales y mágicas son las que no están planificadas»
La formación Sau30, que actuará el próximo martes en Amposta, interpretará los temas emblemáticos de Sau y de su disco ‘Mil i una nits i uns quants dies’

Sau30 nació en octubre de 2017, cuando se cumplían 30 años del primer concierto de la banda de rock catalán Sau. El proyecto surgía para llevar de nuevo a los escenarios las canciones de Sau y recordar al desaparecido Carles Sabater. Así lo harán el próximo martes, 16 de agosto, en Amposta (Pàrquing piscines velles, 23.30 horas), Jonathan Argüelles a la voz, Pep Sala como guitarra y compositor y los antiguos miembros de la banda, ocasión que también aprovecharán para interpretar las canciones de su disco Mil i una nits i uns quants dies.
¿Con qué sensaciones actuarán en Amposta?
Es un concierto que nos hace mucha ilusión. Particularmente, he actuado en Amposta con otras formaciones, y me consta que Pep Sala conoce la zona y tiene amigos. Esperamos que todos estos conocidos y demás gente puedan acompañarnos para disfrutar del espectáculo.
¿Qué han preparado?
Actualmente, estamos presentando el disco Mil i una nits i uns quants dies (2022), pero en el concierto no nos centraremos solo en las canciones nuevas, sino que también interpretaremos los temas emblemáticos de Sau, y otros más desconocidos. En los conciertos, buscamos el equilibrio, por lo que intercalamos las melodías nuevas con los clásicos de siempre, y que la gente podrá cantar.
Atraen a un público fiel que tiene la necesidad de recordar las canciones de Sau.
No hay duda de que quienes acuden a nuestros conciertos son, en buena parte, seguidores de Sau. Por esta razón, en nuestras actuaciones tenemos muy presente de dónde venimos.
¿Cómo describiría la personalidad de Sau30?
No es otra que la de recordar lo que en su momento fue Sau, es decir, lo que pretendemos es volver a llevar a los escenarios las canciones que formaron parte de la banda. Asimismo, queremos que el público pueda viajar en el tiempo, durante dos horas, para reencontrarse lo más cerca posible de lo que fue Sau, aunque, evidentemente, falta una figura clave que es Carles Sabater.
Sau30 surgió de forma improvisada.
Sí. Las cosas especiales y mágicas son las que no están planificadas. Entonces, el 31 de octubre de 2017, coincidiendo con el trigésimo aniversario del primer concierto de Sau en Les Tallades de Vilanova de Sau, Pep Sala junto con el resto de músicos que formaron parte de la banda, decidieron organizar una fiesta en ‘petit comité’ en el mismo lugar y el mismo día, pero tres décadas más tarde.
Entonces, yo formaba parte de una banda tributo de Sau y Pep Sala me invitó a cantar algún tema en la fiesta. Cuando la actuación terminó comentamos qué bonito sería poder hacer lo mismo en otro escenario, y alguien mencionó el Liceu. Entonces, no había disponibilidad hasta dentro de un año y medio, pero hasta la fecha ofrecimos otros conciertos. Así nació Sau30.

¿Cuál es el hilo conductor de ‘Mil i una nits i uns quants dies’?
Es un álbum que surgió, también, fruto de la casualidad. Coincidiendo con la pandemia y el confinamiento, un día Pep Sala me pasó el esbozo de una melodía, que terminó siendo la canción Trossets de mi, el primer single del disco. Después, me envió otras melodías y sin quererlo, Pep había compuesto la base del disco, que tiene canciones que pueden recordar los temas de la época de Sau, y otras que no tienen nada que ver, como Deixa el teu cos ballar. Mirado con perspectiva, es un buen disco que tiene detrás el gran trabajo de Pep Sala, así que invito a la gente a escucharlo.
¿Para usted, formar parte del proyecto es un sueño hecho realidad?
Sí, sin duda. El primer concierto al que acudí, con cinco años, fue uno de Sau en Santa Coloma de Gramanet. A raíz de la actuación, le comenté a mi padre que quería hacer lo mismo que ellos. Y ahora estoy actuando con los músicos que formaron parte de Sau. De hecho, si me dedico a la música es en buena parte gracias a Sau.
Las comparaciones son inevitables. ¿Cómo las sobrelleva?
Muy bien. Cuando me dicen que les gustaba más Carles Sabater que yo, respondo que a mí también. En este caso, comparar es absurdo porque Carles Sabater era un artista completo, cantaba muy bien, tenía imagen, y, sobre todo, un conocimiento y dominio del escenario impresionante. De hecho, en los conciertos todos los ojos se fijaban en él. Por todo ello, lo que yo hago es cantar sus canciones de la mejor manera posible, ya que intentar sustituirlo sería un error.