Jussi Adler-Olsen: «Como malvadas, las mujeres son mucho más interesantes»
El autor danés vuelve con un nuevo caso del departamento Q, ‘Cloruro de sodio’

El departamento Q vuelve a rescatar casos del pasado que continúan activos. En esta ocasión, un psicópata despiadado ha logrado pasar desapercibido durante tres décadas. Cloruro de sodio, del danés Jussi Adler-Olsen, es la nueva entrega de la serie, publicada por Maeva. Una investigación en plena Covid, donde la sal tendrá mucho que decir. Y, de forma paralela, Carl Mørck deberá demostrar su inocencia sobre unos hechos de años atrás.
Esta entrevista se realizó con interpretación simultánea de Marta Armengol.
¿En Dinamarca no prescriben los crímenes?
Los asesinatos, no. El resto de crímenes, sí, al cabo de cierto tiempo. De hecho, la policía de Copenhague resolvió en 2022 un asesinato de hace más de 35 años. Es verdad que la policía danesa no tiene esta figura del departamento Q, pero me han copiado la idea porque vieron que tenía muchas ventajas poner a un par de personas a peinar los archivos para intentar descubrir paralelismos con casos actuales.
‘Cloruro de sodio’ sucede en época de Covid y el departamento cambia de ubicación.
Lo que refleja la novela es lo que pasó realmente durante la crisis de la Covid. Se impusieron muchísimas restricciones sobre el trabajo de investigación de la policía. Se pedía que evitaran ir a los lugares presencialmente, que hicieran interrogatorios por teléfono y en este sentido, el inspector Carl Mørck no está de acuerdo con la autoridad. Hubo mucha gente en Dinamarca que creyó que la manera de tratar el tema en el libro a lo mejor banalizaba un poco la gravedad de la epidemia, pero yo pienso que no. Sin embargo, el motivo por el que Carl Mørck y su equipo se dedican a ir de aquí para allá no es por la pandemia, sino porque a Carl Mørck lo persigue la policía por un caso de principios del 2000 por el que se le quiere acusar y él debe demostrar su inocencia. De esto también tratará gran parte del décimo libro.
¿Las víctimas merecían morir?
No creo que nadie deba morir. Estoy en contra de las ejecuciones, lo que ocurre es que la gente no me hace caso, sobre todo los asesinos de este libro. A pesar de todo, sería fantástico que pudiéramos pulsar un botón y automáticamente desapareciera sin ningún tipo de dolor toda la gente terrible del mundo. Sí que es verdad que hay personas que por sus malos actos se merecen un castigo, lo que ocurre es que en esta novela el asesino malinterpreta totalmente este mandato y emprende una cruzada contra los malos hábitos, la mala moral y la falta de ética de la sociedad. En este libro hay muchos ejemplos de esta falta de moralidad o de ética y yo intento presentarlos de una manera casi cómica, pero claramente los asesinatos son excesivos.

¿Por qué tienen tanto protagonismo las mujeres?
La respuesta es evidente. Creo que las mujeres son mucho más perceptivas de estas violaciones de la ética y la moral de lo que podríamos ser los hombres. Creo que las mujeres como malvadas son mucho más interesantes que los hombres porque son mucho más imaginativas, mucho más innovadoras a la hora de elaborar o de plantear estos castigos.
¿Por qué la sal?
Diría que la sal es la materia más simbólica de la historia de la humanidad. De hecho, en el pasado se moría por la ausencia de sal y durante muchos siglos en muchos países robar o traficar con sal era motivo de ejecución. En Barcelona hubo ejecuciones documentadas por este motivo y evidentemente, la Biblia también nos habla del significado de la sal. En 1930 Gandhi inició la marcha de la sal, seguido por 200.000 personas hasta el mar para elaborar sal a partir de agua de mar, que era una cosa prohibidísima, que solo podían hacer los británicos y por este motivo fue arrestado y encarcelado, lo que instigó la revuelta de la sal, que acabó con la caída del Imperio británico. En este libro el asesino utiliza la sal para firmar sus actos, lo que es muy práctico. Si llueve, la sal desaparece. Pero el departamento Q descubre sal en imágenes de escenas de crímenes de hace muchos años y esto les permite conectar estos diferentes casos y concluir que son obra de la misma persona. Aquí la sal es lo que instiga toda la investigación.
Les tiene que dar mucha rabia que otro policía le resuelva el caso...
El departamento es una molestia para todo el mundo.
¿En su relación con la psicopatía, ha tenido ocasión de hablar con algún psicópata real?
Los psicópatas de mi infancia fueron mis mejores amigos porque mi padre era psiquiatra y tenía una clínica. Los pacientes que sufren enfermedades mentales las manifiestan de muchísimas maneras. Pero muchas veces los rasgos psicopáticos no son demasiado visibles y de hecho, en nuestra vida cotidiana nos podemos encontrar con muchos psicópatas que se comportan como auténticos imbéciles. No obstante, la señal más inequívoca son los cambios de humor repentinos. A menudo también vemos psicópatas en posiciones de liderazgo y no estoy hablando solo de gente como Trump o Putin. Es que de hecho, es muy práctico tener rasgos psicopáticos cuando eres un líder porque no te importan los sentimientos de los demás.
¿Goza de buena salud el departamento Q?
Sí. El décimo libro comienza justo cuando se termina el noveno. La última frase deja todo el suspense...