Manuel Quijano: «Un abrazo o una mirada son muy necesarios en este tiempo»

Café Quijano actúa este viernes en el Palau de Congressos de Tarragona (21 horas) para presentar su último disco ‘Manhattan’

El sonido tabernero inconfundible de los Café Quijano deleitará mañana al público de Tarragona. Manhattan, su último trabajo, recupera la esencia de hace 20 años del grupo y protagoniza una gira que ha llenado 16 de los 18 teatros que ha visitado.

¿‘Manhattan’ les ha servido para retroceder 20 años atrás?

Ojalá se pudiera, creo que en lo musical nos ha servido como referencia lo que hicimos entonces para adaptarlo al nuevo disco. El sonido de la Taberna del Buda es la línea que queríamos seguir en el grupo. Y hemos intentado que esa forma de hacer música esté vigente ahora.

Lo que ocurre es que la nostalgia, a veces, es peligrosa para trabajar.

Yo creo que es más peligrosa la melancolía, que es un tipo de nostalgia triste y dolorosa. La nostalgia en sí es algo interesante, porque alimenta los recuerdos y refresca la memoria.

En el período de grabación regresaron incluso a Los Ángeles, como hace 20 años.

Recuerdo que fue en plena pandemia, en un momento muy delicado para todo el mundo. El estudio no deja de ser una atmósfera, un contexto. Es más, hoy se ha seguido la tendencia de simplificarlo todo. Hay diferencia con hace 20 años en ese sentido. Lo que sí consideramos interesante y necesario es que, para impregnarnos de los músicos y vivir la experiencia en persona, era necesario volver.

Lo que distingue a Café Quijano es un sonido inconfundible. Reconocible.

Ya en el 99, cuando compuse La Lola, siempre supe cómo quería que sonara aquella canción. Salió como esperaba y nos sirvió como reflejo para todo lo que vino después. Fue como un camino a seguir que continuamos con La Taberna del Buda.

La banda se mantiene vigente 25 años después. Ha superado el paso del tiempo.

Entonces nunca nos imaginábamos que, 25 años después, seguiríamos encima del escenario. Un aspecto que nos sorprende y nos gusta mucho es que nuestro público no entiende de generaciones concretas. Cuando empezábamos venían parejas de 18 años y personas de 50 hacia arriba. Y ahora nos pasa algo parecido.

Y el público sigue llenando sus shows.

De los 18 conciertos que tenemos programados, 16 se han llenado. Se han agotado todas las entradas semanas antes. Eso es un reflejo de que el público sigue ilusionado con nuestras canciones. Curiosamente uno de esos dos conciertos que todavía cuentan con entradas disponibles es el de Tarragona, que esperamos que se agoten en las próximas horas.

«La canción es un vehículo para decir cosas que no dices de otra forma», les he oído recientemente.

Para nosotros las canciones son desahogo, crítica, homenaje, estados de ánimo. Es una manera limitada, pero suficiente de decir cosas que no puedes decir a través de otros vehículos.

Y Manuel Quijano, ¿se expresa mejor con una canción o hablando?

No lo sé. Supongo que, a veces, a través de una canción dices cosas que te cuesta decir cara a cara. La canción facilita, aunque a nivel personal nunca he tenido dificultades para expresarme.

¿La música de taberna es tan necesaria como la de masas?

Empezamos a tocar en un bar, con nuestro padre. Teníamos un público muy variopinto y lo recordamos con cariño. Es igual de entrañable que tocar en un teatro, porque ves los gestos de la gente, un abrazo, una mirada, y eso es muy necesario en los tiempos que corren.

Temas: