Por fuera y por dentro, una piel sana

Consejos. La protección solar y la dieta contribuyen al cuidado

«La piel es un órgano vivo, con múltiples funciones necesarias para la vida». Esta afirmación del dermatólogo del Hospital Universitari Sant Joan de Reus, Joan Àngel, nos recuerda la importancia de la piel desde que nacemos. Y es que además de una función endocrina e inmunológica, la piel actúa como escudo «frente a agresiones externas y ataques físicos, como los golpes, y también nos protege de agentes que, a simple vista, no vemos, como la radiación ultravioleta producida por el sol y otras fuentes físicas o químicas que pueden ser perjudiciales», añade el especialista.

¿Es el verano la época en la que la piel es más sensible? «Respecto a la sensibilidad por la radiación solar, sí que es mayor por haber un mayor índice de radiación ultravioleta y una mayor exposición por ser la época del año que es», responde el dermatólogo, quien añade que «desde el punto de vista de la salud, en verano es cuando más problemas podemos presentar por la radiación ultravioleta, ya que estamos más expuestos al sol», responde el dermatólogo.

Por todo ello, el cuidado de la piel debe ser un hábito. «Del mismo modo que en la alimentación y el ejercicio físico, lo normal en el cuidado de la piel es tener unos buenos hábitos durante todo el año», explica Joan Àngel.

El motivo, argumenta, «es que en el área del Mediterráneo y la provincia de Tarragona, el sol está presente más de 300 días, por lo que la fotoprotección debe ser constante, ya sea invierno o el día esté nublado».

Por dentro

A nivel interno, podemos proteger la piel a través de la hidratación. «Si externamente la nutrimos con la aplicación de cremas hidratantes, la dermis, la capa más profunda, se alimenta mediante la hidratación. Por ello, beber dos litros de agua al día es la mejor manera de hidratar la piel por dentro», afirma Joan Àngel.

La alimentación también influye favorablemente, ya que, según el dermatólogo, «las dietas en las que predominan frutas, verduras y legumbres favorecen el cuidado de la piel, del mismo modo que debemos limitar tóxicos como el tabaco o el alcohol».

Asimismo, la salud de la piel también depende de los niveles de vitamina D, en tanto que «entre las funciones principales de esta hormona está la correcta calcificación y mineralización de los huesos, desde la edad infantil hasta que envejecemos». Aunque el 80% de los niveles de vitamina D se obtienen a través de la exposición solar, la alimentación también influye en el porcentaje.

Fotoprotección

«La piel tiene memoria, en tanto que la radiación ultravioleta acumulada durante décadas es perjudicial y conlleva problemas graves de salud –como el cáncer de piel– por lo que es importante una buena protección solar a lo largo de la vida», recuerda el dermatólogo.

Así, lo primero es evitar la exposición a la radiación ultravioleta «especialmente cuando es muy intensa, es decir, entre las 12 y las 16 horas». «Fuera de este plazo, debemos utilizar ropa que también nos proteja, como tejidos de algodón, además de llevar gorra y gafas de sol que también hacen de barrera contra la radiación ultravioleta», añade Joan Àngel.

Que la crema solar impide el bronceado es un mito. «Lo que conseguimos es un bronceado paulatino, que es la forma natural de broncearse, ya que las quemaduras en la piel son uno de los principales factores para desarrollar un melanoma», afirma el dermatólogo, quien reconoce que «aunque mucha gente se la aplica, poca lo hace bien.

«El filtro de la crema solar no es indefinido, su durabilidad es de aproximadamente dos horas, por lo que pasado este tiempo debe reaplicarse», detalla el especialista. Una frecuencia que debe ser mayor si sudamos o nos bañamos. Asimismo, a la hora de aplicar la crema solar, las orejas y los labios son los grandes olvidados. Igual de importante es utilizar unas gafas de sol homologadas para proteger los ojos.

Si a pesar de estos consejos todavía tenemos dudas, la aplicación de la Academia Española de Dermatología UV Derma, ayuda a tomar las precauciones necesarias basándonos en la radiación ultravioleta en nuestra localización, cuánto tardaríamos en sintetizar la vitamina D sin crema solar o cuánto tiempo tardaríamos en quemarnos sin fotoprotección en función de nuestro fototipo de piel». Lo que demuestra que toda precaución es poca cuando hablamos de proteger la piel.

La aplicación de la Academia Española de Dermatología ayuda a tomar precauciones en función de diferentes parámetros.

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