Un bautizo científico con premio

Fira Experimenta de la URV. Los alumnos y alumnas galardonados durante el certamen, que se celebró la semana pasada, ejercen de equipo forense para resolver un crimen en los laboratorios del Institut Català d’Investigació Química

El cuerpo de Liam Johnson fue retirado de la orilla del mar en la playa del Miracle de Tarragona. El cuerpo presentaba signos de violencia en la cabeza. Sarai Madrid, Iker Parra, Iris Oliver, Constantino Cortés y Sofia Iculeva, del Institut Mar de la Frau de Vilafortuny, se pusieron ayer en la piel de un equipo forense, con bata blanca incluida, para resolver dicho crimen ficticio en los laboratorios del Institut Català d’Investigació Química (ICIQ).

Una misión que les fue encomendada después de alzarse con el Premi BASF Experimenta en el marco de la I Fira Experimenta de la Universitat Rovira i Virgili (URV), que es el acto de clausura del Programa Repte Experimenta de este curso.

La responsable de Divulgación y Formación Científica del ICIQ, Laura Hernández, reconocía que «después de convertirse en científicos, disfrutar de este premio es una experiencia enriquecedora porque pueden ver en primera persona como es un centro de investigación, y lo que más les impacta son los laboratorios», mientras que la directora ejecutiva del Programa Repte Experimenta, Barbara Vastenavond, ponía en valor «que este programa de la URV es para los alumnos un bautizo experimental, porque para muchos de ellos es la primera vez que ponen en práctica la teoría».

Iris Oliver y Sofía Iculeva, ayer por la mañana en los laboratorios del Institut Català d’Investigació Química (ICIQ). FOTO: PERE FERRÉ

También resultó premiado, con el Premi ELIX Experimenta, el equipo del Col·legi Pare Manyanet de Reus (Eric Trillo, Gonzalo Turrado, Joan Boj y Arnau Márquez, apadrinados por Santiago Baudino de la empresa Repsol); mientras que el Premi FECYT, otorgado por el público, recayó en el grupo del Institut Tarragona (Pol de la Torre, Adrià Mellado, Èric Ayats y Marc Valcárcel), apadrinados por Gerard Morell, estudiante del Grado de Química de la URV.

«Ha sido una gran experiencia haber participado en la I Fira Experimenta, porque hemos intentado hacerlo lo mejor posible», reconocía el joven Constantino Cortés, a la vez que aseguraba que «queríamos que el público se sintiese cómodo». Asimismo, sobre si se imaginaban que ganarían uno de los premios, el alumno del Institut Mar de la Frau de Vilafortuny reconocía que «no, pero si lo hemos ganado ha sido por algo».

Ayudados por el ‘padrino científico’ Jose Manuel Ricart Pla, Catedrático de Universidad del área de Química física (URV), retaron al público a levantar un vaso con un globo, introduciendo así el concepto de expansión de un gas al calentarse. «La Fira Experimenta contribuye a acercar la ciencia a los estudiantes, y cuanto antes mejor, ya que a esta edad los niños y niñas son muy receptivos», reconocía Jose Manuel Ricart, mientras que de su labor como ‘padrino científico’ destacaba que «consiste en ayudarles y guiarles, sobre todo al principio».

Sobre el trabajo en equipo, Sarai Madrid decía que «aunque el primer día hubo algún rifirrafe, después empezamos a trabajar todos juntos y el resultado ha sido positivo», a lo que Iris Oliver y Sofía Iculeva reconocían que «la experiencia nos ha gustado mucho».

Impulsado por la URV desde la Facultat de Química, la Facultat d’Enologia, la Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Química, y en colaboración con el ICIQ, el certamen cuenta con el apoyo en el ámbito privado de ELIX Polymers, BASF, DuPont Water Solutions, Messer Ibérica, Ercros, URAIS, Dow Chemical, Biotech Security, Gomà-Camps y el Consorci d’Aigües de Tarragona, y también de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología - Ministerio de Ciencia e Innovación.

Alumnos del Institut Mar de la Frau, ganadores del Premi BASF Experimenta, explicando el efecto de la presión. FOTO: CEDIDA

La I Fira Experimenta, que se celebró hace una semana en el Campus Sescelades, está dirigida a despertar vocaciones científicas desde temprana edad. De hecho, más de medio millar de personas, la mayoría familias con niños y niñas de entre seis y doce años, pudieron ser testigos y ayudar -con el pasaporte de ‘Científico aprendiz’ en mano-a despegar un cohete con una reacción química de vinagre y bicarbonato o extraer ADN de un plátano, entre otros retos científicos.

En este sentido, la responsable de paradas de BASF, Malena Alfonso, quien ejerció de miembro del jurado, reconocía el valor de la Fira Experimenta «en tanto que contribuye, por un lado, a captar la atención de los alumnos para que se interesen por carreras científicas, ya que sin la ayuda de la ciencia no podemos adaptarnos a las nuevas necesidades de la sociedad; y, por otro lado, hace ver a las niñas que también están preparadas para estudiar una carrera científica». En esta misma línea, la también miembro del jurado Júlia Piqué, del área People Culture ELIX Polymers, destacaba que «me sorprendió la capacidad comunicativa y empática de los alumnos con los niños y niñas de primaria a la hora de explicarles sus experimentos».

Por último, sobre su futuro académico, Iris reconocía que «que por el momento no pienso en ser científica, pero nunca se sabe». Todo lo contrario que Constantino, quien rememoró delante de sus compañeros que «cuando era pequeño fui al laboratorio de mi tía donde pude descubrir algunas cosas; y ahora dudo entre ser abogado o científico». Lo que sí tiene claro este alumno del Institut Mar de la Frau de Vilafortuny, es que en un futuro le gustaría ser ‘padrino científico’ de la Fira Experimenta porque «interesarse por la ciencia es importante, aunque no lo creamos, los científicos hacen muchas cosas que son muy importantes para la sociedad».