El Roquetes derrota en cinco sets al CEVOL en un derbi apoteósico

Los ebrenses se llevaron la última manga por la mínima y suman los dos primeros puntos del curso

Primera jornada de la Superliga 2 y primer derbi de la demarcación. Dos conjuntos que se batieron en un duelo más absorbente a medida que pasaron los minutos. Comenzó el set de cara para Roquetes, que empezó mandando por 1-4. No obstante, el CEVOL se sacó de la manga un parcial de 3-0 para empatarlo a 4. Posteriormente, lo contrarrestó Roquetes con otro parcial de 0-3 que llevó el partido hasta el 5-8. La tensión del primer encuentro se palpó en los dos equipos, que establecieron un ritmo de juego enérgico desde el primer set. Un toma y daca que se iba a suceder durante toda la primera manga.

El conjunto ebrense dejó escapar la ventaja que había cosechado en beneficio de un CEVOL que entró en el partido y se puso por delante con un parcial de 5-0. Del 12-13 al 16-13. Tuvo que pararlo Agustín Rodríguez, y es que dejarse ir a esas alturas de set habría sido definitivo. Rompió el parcial Roquetes y llegó a empatar el partido a 18. Y, entonces, el que tuvo que pararlo fue Iñaki Bescós. Parcial local de 2-0 a la salida, con un Carlos Moya estelar y un Joel Sánchez muy acertado en su debut en el equipo de Torredembarra. Quiso dar un golpe sobre la mesa el Roquetes con el 22-21, pero los torrenses sentenciaron con tres puntos seguidos para sentenciar el set.

Intentaron reaccionar en el segundo los de Agustín Rodríguez, con una propuesta más agresiva. Con el 7-10, Bescós pidió tiempo en vistas que el Roquetes se subía a las barbas del CEVOL. El 7-12 confirmó el apagón local y la respuesta visitante. Una respuesta en la que los ebrenses marcaron la máxima distancia en el 11-19. No bajó los brazos el equipo local, que escaló hasta el 17-20. Pidió tiempo el técnico visitante para tapar la sangría y lo consiguió, ya que el Roquetes se acabó llevando la segunda tanta por 21-25. La gran actuación del receptor Mauro Aguilera fue clave para el empate visitante. Se sumó a la fiesta Franco Laurenti, opuesto de tan solo 21 años, que cuajó un encuentro serio y correcto.

La tercera manga, antológica

Los locales salieron con ganas en el tercer set, que fue el súmmum, el punto álgido del partido. Carlos Mora marcó las diferencias en un inicio aplastante. El capitán tuvo parte de la culpa del 8-1 con el que se abrió el tercer asalto. Sin embargo, Aguilera salió al rescate con su servicio y los de Rodríguez se acercaron progresivamente. La defensa torrense aguantó hasta el empate a 17. El Roquetes comía cada vez más terreno y llegó a estar 22-24, pero el CEVOL se puso por delante mediante una defensa imperial y un ataque efectivo. Antequera ofreció una de cal y otra de arena en los últimos puntos. Fallaba y lo arreglaba. Pero, al final, fue el propio Antequera quien colocó el 30-29, un resultado que remató Carlos Mora para sumar el segundo set en el casillero local.

Los visitantes no se dieron por vencido; salieron a empatarlo en el cuarto. Tan es así que lideraron el marcador durante todo el set, sin dar opción a que el CEVOL sentenciara el partido. El capitán visitante Albert Tarazaga se erigió como el héroe en un partido que se fue al quinto. No se podía pedir más.

En la resolución, que se decide al mejor de quince, los locales se pusieron 6-3 por delante y quisieron marcar la dinámica. Aguilera y Laurenti volvieron a la carga para elevar las prestaciones del Roquetes, que no se puso por delante hasta el 13-14, cuando ya solo necesitó un punto para llevarse un derbi que se mantuvo parejo hasta el final. La próxima semana, el CEVOL se enfrenta al SPiSP en un nuevo derbi, esta vez del Tarragonès, y el Roquetes se mide al CV L’Illa Grau en Castellón.

cevol. Naya (3), Sánchez (5), Antequera (29), Aliseda, Mora (22) y Ramirez -sexteto inicial- Aliseda, Bescós, Ludwig, Navas, Font y Conesa.

cv roquetes. Tarazaga (12), Marzi (3), Aguilera (30), Laurenti (21), Chmali (5) y Cerdá (8) -sexteto inicial- Vericat (1), Martí y Tudo.

Parciales. 25-21, 21-25, 31-29, 19-25 y 13-15.

Árbitros. Emil Isvoranu y Daniel Montes.