Iñaki Alonso: «He pedido un paso adelante en el compromiso»

Iñaki Alonso concede la primera entrevista al Diari como entrenador del Nàstic. El de Durango llega con las ideas claras y con el claro objetivo de pelear por el ascenso

Iñaki Alonso (Durango, 1968) es la nueva cara en el banquillo del Nàstic tras el cese de Raül Agné. Debutó con empate sin goles en casa ante el SD Logroñés en un encuentro en el que se pudieron apreciar varias pinceladas de la esencia nueva que quiere introducirle al equipo. Viene con la idea fija de crear un sentimiento de unión y solidaridad en el equipo. Eso le llevó a conseguir dos ascensos a Segunda División con el Real Unión y el Real Múrcia. De aquello ya ha pasado un cierto tiempo y tras pasar por la cantera del Alavés y por el fútbol croata y de Costa Rica quiere volver a poner de moda su nombre en el fútbol español. A veces este deporte no tiene memoria y Alonso quiere hacer historia en Tarragona para que le vuelvan a recordar.

Tras más de medio año en el paro llega el Nàstic a su vida. ¿Cómo vivió aquellos meses de incertidumbre?

Pues no es fácil, pero es verdad que tampoco quieres cualquier proyecto. Me fui a Costa Rica y al volver estaba bien a nivel económico y me daba un año para poder tener un proyecto importante. Ha habido cosas y no las he visto y en el momento en el que llegó la llamada del Nàstic no me lo pensé.

¿No se le planteó la duda de querer seguir esperando a un proyecto que comenzase desde cero?

En ese momento tienes que darle vueltas y valorar las ventajas e inconvenientes. Yo viendo jugadores que conocía y jugadores que son referentes en la categoría, pues pensé que había que dar el paso y arriesgar, sabiendo que estos proyectos tienen mucha presión.

El fútbol es caprichoso y una semana antes de tomar las riendas compartía en sus redes sociales que iba a analizar el Cornellà-Nàstic. ¿Qué conclusiones sacó del equipo desde fuera?

Yo soy muy respetuoso con el trabajo de los entrenadores y más de Raül Agné, que me parece muy buen entrenador. Te voy a contar una anécdota, yo en mi primer play off de ascenso con el Real Unión, a la primera persona que llamo porque había ascendido al Girona es a él, imagínate. Yo veía un buen equipo, trabajado y sí que veía que le estaba costando la portería a cero que había sido una de las señas de identidad la temporada pasada.

Se preguntaba el otro día Mendilibar en un medio nacional lo siguiente: ¿Qué es lo primero que haría al llegar a un banquillo a mitad de temporada? La pregunta viene como anillo al dedo. ¿Qué ha hecho usted?

Tratar de mirar a los ojos a los jugadores y decirles que son muy buenos por estar en el Nàstic. En lo individual, nadie está por estar en una plantilla como esta. Pero sí que es verdad que les he pedido un paso adelante en el compromiso como equipo y en el ser generosos para el equipo. Siempre he dicho que un equipo es un ser vivo y que si le das mala comida, malas contestaciones, desunión... pues las cosas no fluyen. Necesitamos para salir de esta situación ser muy generosos y tratar de poner la mejor versión de cada uno para el equipo, incluido el cuerpo técnico.

¿Nota al equipo bajo de moral al llegar?

Sí porque cuando un equipo tiene esta exigencia, tienes a jugadores que no están jugando, resultados que no están acompañando, tienes dudas, tienes esa falta de confianza y esa falta de flow que se dice hoy en día. Ahí tratas de conocer las raíces de los problemas y tratas de buscar esas soluciones para que ellos den ese paso adelante.

Habla mucho de la mentalidad del futbolista. ¿Es tan o más importante que la parte táctica?

Yo todas las experiencias de éxito que he tenido han llegado con un común denominador: que tienes un gran equipo en mayúsculas. Un equipo convencido, que se ayuda, que siente, que se mira a la cara, que se exige... Si no hay eso, es muy difícil conseguir los objetivos a no ser que tengas jugadores superlativos. Aquí estamos en Primera RFEF en un club histórico, pero yo creo que el Nàstic cuando ha conseguido lo que ha conseguido ha sido porque ha tenido equipos en mayúsculas.

¿Qué le dio tiempo a preparar en tres días?

Pues tratar de trabajar esa unión, esa mentalidad, ese compromiso... y sobre todo esa fase defensiva que afecta a todos, porque no tenemos a Messi, para que fuésemos todos de la mano. Trabajamos también el balón parado y la evolución ofensiva de la estructura que era nueva para todos y que no nos dio tiempo a trabajar del todo.

Cambió al 4-3-1-2 con mucha gente por dentro. ¿Fue para potenciar al Nàstic o para atacar las debilidades de la SD Logroñés?

Había una doble intención: potenciar al equipo y saber de qué estábamos hechos. Yo sé que esa estructura exige mucho a nivel táctico/mental y a nivel físico cuando no tienes el balón. También te digo que yo no creo en las estructuras, hoy he hablado con ellos, el juego es espacio y tiempo. Si yo soy capaz de ocupar bien los espacios, seré capaz de interpretar y jugar mejor. ¿Qué implica eso? Tiempo, todo es un proceso. Ahí estamos, hoy vamos a doblar. Esta mañana hemos trabajados conceptos de modelos de juego en fase de defensa-ataque y por la tarde trabajaremos ese modelo de juego más en ataque y en juego de posición.

No cree demasiado en las estructuras, ¿pero veremos a un Nàstic camaleónico? ¿O apostará solo por un sistema?

Hoy en día la riqueza táctica es muy importante porque nos estudiamos todos muchísimos. Todos sacamos fortalezas y debilidades del rival. Por el perfil de jugadores que tenemos quiero que seamos capaces de tener diferentes estructuras, incluso dentro de un mismo partido. Eso depende del conocimiento, del compromiso...

Partamos al Nàstic en dos fases: la ofensiva y la defensiva. ¿Cómo se imagina a su equipo en la primera?

Quiero que sea un equipo agresivo, que juega hacia delante y que sea valiente. Yo cuando he conseguido las cosas, ha sido por no especular. Queremos llegar a ese play-off como primer objetivo y hay que ir a por ello. Es verdad que a veces habrá que adaptarse al rival, pero eso parte de ser dinámicos y de jugar hacia adelante, es como yo concibo el fútbol.

¿Por eso el otro día comentó que le faltó centro lateral?

Yo trato de meterle al equipo en una dinámica de que hay que llegar al área rival con cuatro jugadores porque para hacer goles hay que tener presencia ahí. Eso pasa por tener una estructura buena en ataque para llegar y por estar juntos en defensa para que si hay una perdida estés bien colocado y puedas volver a atacar. Tiene que a haber esa ambición porque si no va a ser difícil marcar.

Para esa manera de jugar influye la presión del resultado...

Necesitamos cuidar esa línea tan fina que separa la exigencia de la presión. Hay que conseguir que el jugador se sienta a gusto y que si lo intenta y arriesga que no pase nada porque el equipo ya estará preparado para la perdida.

Al hablar de arriesgar se me viene a la cabeza la figura de Aarón Rey. Le colocó por el centro detrás de dos delanteros.

¿Le viste el otro día? Apareció solo en dos situaciones. Necesita no frustrarse porque en la mediapunta hay que identificar el espacio y muchas veces lo encuentras quedándote quieto. El otro día lo logró en dos ocasiones. Es un jugador que puede jugar por fuera viniendo dentro y si juega dentro tiene que aprender a interpretar los espacios y tener esa pausa. Son matices de juego que trataremos de ir implantando.

¿No le sorprende el bajo nivel goleador del equipo? Los atacantes tienen mucho talento y los hay de diferentes perfiles.

Han hecho partidos muy buenos, otros regulares y otros en los que no esperabas perder y pierdes. Son dinámicas que indican que la estructura de juego hay que mejorarla. Yo conociendo a Raül Agné estoy seguro de que se pegaba cabezazos para ello. Estoy convencido de que encontraremos la tecla para seguir creciendo y dar esa alegría y ese dinamismo en ataque.

¿Y qué espera del Nàstic en defensa? Este año daba la sensación de que estaba más pendiente de cómo jugar con balón a cómo defenderse sin él.

Ahí aparece la famosa frase de que tapar con la manta, si la cabeza o los pies. Nosotros esta semana vamos a un contexto que nos va a exigir competir bien, porque el rival es dinámico y tiene buenos futbolistas en ataque, y tú tienes que conservar lo bueno que hiciste la semana pasada y mejorar ese proceso de ataque, pero sin perder lo otro. Mi experiencia dice que hay que encontrar el equilibrio.

¿Le gustaría que el equipo presionase arriba?

Sí porque toda mi vida mis equipos han sido valientes y han apretado alto. Para eso tienes que trabajarlo y ser valiente porque si van los de arriba y los de atrás se quedan, pues ya tenemos el lío. El otro día lo hicimos muy bien porque cada vez que íbamos arriba decididos y determinados, o robábamos o forzábamos situación de perdida. Si íbamos sombreando, ya nos salían porque tenían buen pie. Lo hemos visto en vídeo y hemos corregido cosas, pero sí que me gustaría apretar arriba a no ser que por características del rival sea mejor darles el balón y que salgan.

¿Cómo se convence de ello a un bloque defensivo que el año pasado dejó muchas porterías a cero defendiendo junto y en bloque bajo?

La historia es que por ritmos y por perfiles de jugadores tú no puedes estar apretando durante 90 minutos. Habrá que saber elegir fases de juego en las que ir de verdad a apretar.

¿Hay algún jugador que le haya sorprendido?

Hay futbolistas que tienen muy bien perfil. Te pongo un ejemplo, Montalvo, que es un chico de la casa, él sabe en lo que necesita mejorar y tiene que ir creciendo y que ya ha crecido mucho. Pero es verdad que hay momentos en el que la exigencia, el carácter y la comunicación nos hace falta. Por eso el otro día no salió de inicio, pero luego fue el primer cambio. Me parece un futbolista que ve rápido el fútbol, que ve el juego corto y el juego largo y que cuando se haga más fuerte va a ser un ganador de duelos.

Hablando Fue suplente en un once en el que apostó claramente por la experiencia.

Pero porque me lo pide el momento. Yo toda mi vida he puesto jugadores jóvenes a jugar. A Quique García lo hago jugar en el Murcia con 18 años y a Eddy Silvestre lo meto con 17 años. A mí no me tiembla el pulso, vengo de un filial como el Alavés en el que todos los jugadores eran sub 23.

¿Quiere ir viendo a más jugadores de la Pobla?

Ya he estado viendo un partido. A mí me gusta y si puedo y me coincide iré a ver los partidos de la Pobla y alguno del Juvenil A. Es importante porque me considero un entrenador de cantera y por eso creo que me firmó en un pasado el Alavés. Yo estaré encantado de darle esa oportunidad al que se lo merezca.

Hablando de oportunidad... es la suya de poner de moda de nombre en el fútbol español.

Es la oportunidad de volver a meterme en el fútbol profesional. He estado cuatro años en una estructura profesional como la del Alavés, he ido a Croacia a entrenar a un equipo de Primera División, también he estado en Costa Rica jugando una final del Apertura con más de 30.000 personas... Alguno parece que se ha olvidado de que Iñaki Alonso tiene cuatro play-off de ascenso. El Nàstic tiene todo para devolverme al fútbol profesional y por eso he dejado a mi familia donde la he dejado y he venido corriendo. Igual como es rojiblanco como el Athletic, pues veo ese sentimiento y eso no tiene precio.

¿En qué le ha cambiado sus experiencias en Croacia y Costa Rica?

En la estabilidad. Hace diez años alguna cosa que me ha pasado incluso estos días hubiese montado una buena timba. Te tienes que adaptar a todo y todos. Ahora solo falta que Adri me ponga un profesor de catalán y empiezo a chapurrear un poquito porque tengo familia en Catalunya y toda la vida he escuchado catalán y por eso más o menos lo entiendo.

La última, ¿firma el play-off?

Yo firmo el máximo. Por el camino vamos a ir viendo. Nos queda toda la segunda vuelta y si los jugadores creen y dan un paso adelante van a ser los protagonistas. Para conseguir las cosas hay que pensar en grande. Mi ilusión es entrenar de nuevo en el fútbol profesional y me encantaría que fuese aquí.