El sector IT, el sector de la paradoja

Artículo de Joan Ballester, consejero Delegado de TICNOVA

Hace ya algunas décadas que las tecnológicas lideran el ranking mundial de empresas por capitalización bursátil. Apple o Microsoft siempre están en el pódium. Recientemente, se han sumado cinco tecnológicas más al TOP 10 mundial: Alphabet (Google), Amazon, Meta (Facebook), NVIDIA o TSCM.

Algunos gurús económicos pronostican que en diez años habrá algunas más, pues nuestro futuro es claramente tecnológico. A pesar de estas buenas perspectivas, el sector presenta algunas paradojas que deberíamos poder resolver:

La primera. Existe una enorme diferencia entre el negocio B2B -valor añadido, rentabilidad, estabilidad...- y el de B2C. En este segundo modelo, la estacionalidad, la competitividad en precios y la banalización de la propia tecnología por parte de los distribuidores hacen que sea un sector con márgenes muy bajos y, por tanto, débil. Sólo la gran marca tiene la capacidad de ganar mucho, pero los distribuidores, no. Sin duda, debemos encontrar cómo aportar valor a los usuarios.

La segunda. Dudas en los costes, tanto directos como indirectos, como son los medioambientales, provocados en buena medida por la venta online. ¿Vendemos tecnología o somos empresas de logística urgente con todo lo que conlleva? Creo que este modelo solo es sostenible para unas pocas figuras multinacionales.

La tercera. Fabricación en China. Todo va bien, hasta que falla. Que nuestra gran fábrica mundial de tecnología esté prácticamente solo en China tiene un gran inconveniente cuando llegamos a un punto como el actual. Estamos en un cuello de botella. Tenemos una dependencia total de una fabricación barata y cambiar esta tendencia es complejo.

La cuarta. La tendencia al cloud y al Big Data. ¿Qué supone para nuestros datos personales y para la seguridad de empresas e instituciones esta tendencia? Millones de datos robados a empresas y particulares cada día. Pero, al mismo tiempo que nos preocupamos en legislar para intentar evitarlo, se está produciendo un cambio de tendencia en los hábitos de las nuevas generaciones: no se da la merecida importancia a la privacidad de los datos, tanto personales, como incluso, profesionales.

La quinta. Tecnología o distribución. Cómo hacer compatibles la IA, IOT, Ciberseguridad, Big Data... La tecnología ha dejado de ser algo de nicho, complejo y de mercado elitista. Ahora es global, tanto a nivel particular como colectivo, tanto a nivel personal como profesional. Un ejemplo lo tenemos con Chat GPT, de la empresa Open IA, participada por Microsoft.

Ha lanzado masivamente un chat inteligente que, a posteriori, hemos visto las posibles consecuencias negativas que su uso puede suponer, haciendo reaccionar a la comunidad política y científica proponiendo un periodo de suspensión antes de su introducción masiva, para que esta tecnología no vulnere los derechos de los ciudadanos.

Aquí está la clave del éxito de nuestro sector: cómo hacer que este consumo y necesidad masiva de tecnología, que requiere de un constante aprendizaje por parte del usuario, sea algo sostenible y que el canal que aporta valor a este negocio pueda ver cómo esta tarea se refleja en su misión.