Por un presente competitivo y un futuro viable

Artículo de Maria Mas, directora gerente de la Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT)

El Camp de Tarragona y la industria petroquímica son hoy dos realidades indisociables. Nadie duda que el valor de la contribución del sector (en términos económicos, académicos, de investigación, de infraestructuras, de productos esenciales e innovadores...) es irrenunciable para este territorio, y vamos a seguir aportando para que continúe siendo así en las próximas décadas.

Por eso trabajamos en distintos frentes, con la idea de afianzar la competitividad presente y la viabilidad futura de nuestras actividades. Comenzando por lo inmediato, los elevados precios de la energía, así como las consecuencias de la guerra en Ucrania, tienen un impacto considerable sobre la economía mundial y también sobre nuestro sector, que en algunos casos ha visto cómo plantas debían pararse de forma temporal o intermitente, con márgenes muy reducidos o incluso en negativo.

Si bien es cierto que algunas medidas implementadas por los gobiernos han logrado contener la inflación en valores algo inferiores a las previsiones iniciales, la dificultad e incertidumbre de la situación suponen un reto mayúsculo de cara a los próximos meses.

También a largo plazo debemos hacer frente a desafíos si queremos garantizar que seguiremos contribuyendo al progreso de este territorio en el futuro. Internamente, seguimos trabajando en la eficiencia de nuestros procesos y en la incorporación de las mejores tecnologías; y, sobre todo, apostando por la innovación y la investigación para dotar a nuestros productos cada vez de más valor añadido; punto clave que nos ayuda a competir en un contexto de mercados globalizados con otras regiones que se manejan con costes muy inferiores.

Y, por encima de todo, continuamos trabajando sin descanso en nuestra transición energética y descarbonización. En ese ámbito, será clave por un lado desarrollar proyectos vinculados al hidrógeno, en el marco de la Vall de l’Hidrogen. La ya anunciada planta de hidrógeno renovable más grande de España, que se construirá en Tarragona, es prueba fehaciente del compromiso de nuestro sector con el hidrógeno verde y con el territorio.

Pero, por otro lado, seguimos haciendo pedagogía sobre la necesidad de las «tecnologías puente», que la hoja de ruta española debe contemplar, como lo hacen las del resto de Europa. Esto es: además del hidrógeno verde, harán falta otras alternativas como el hidrógeno bajo en carbono con captura y almacenaje de CO2, los procesos denominados CCUS, en plena expansión en el resto de Europa.

El sector también trabaja, a efectos de transición energética, en incrementar su porcentaje de uso de energía renovables, el pilar sobre el que debe pivotar el cambio hacia la descarbonización, no solo industrial sino de toda la sociedad: una energía renovable que, si no es de proximidad, se aportará a través de los denominados PPAs.

Navegar compaginando esas dos velocidades y esos dos horizontes, para mantener nuestra sostenibilidad en el territorio, es nuestro día a día actual. Un camino exigente pero que estamos seguros de que, con el apoyo del territorio y sus instituciones, podremos recorrer con éxito.