Cada vez más pobres

Los españoles nos estamos empobreciendo a pasos agigantados. El motivo es que se está produciendo una enorme transferencia de dinero del sector privado al sector público. El actual Gobierno de coalición está logrando hacerse con este dinero a través de varios medios. Los salarios cada vez valen menos. Sin embargo, Hacienda cada vez recauda más porque no ha deflactado los impuestos. Pero lo peor es que se está vaciando la hucha de millones de ahorradores. Está siendo un proceso lento pero implacable, para que no resulte excesivamente doloroso y evitar que los ciudadanos tomen conciencia. Por esta razón, nos tendremos que acostumbrar a vivir con una inflación alta durante un largo período de tiempo.

Millones de trabajadores han ido ahorrando a lo largo de toda su vida laboral, para evitar una vejez pobre, dado que la pensión pública, inevitablemente, será cada vez menor. Aunque se haya ligado la subida de las pensiones a la inflación, una parte de este aumento vuelve a las arcas públicas a través del IRPF y del IVA. Lo mismo sucede con los que tienen un crédito hipotecario para pagar su vivienda. Con la subida de los tipos de interés, los bancos están impulsando sus ganancias. En los nueve primeros meses del año, los bancos han ganado 16.000 millones de euros, un 32 por ciento más, por mayores ingresos. El Estado se reparte este botín poniéndoles un impuesto especial por entender que se trata de beneficios extraordinarios.

Mientras tanto los ahorradores e inversores están pillados. No hay ningún activo financiero que compense la subida de la inflación. El dinero guardado en un depósito bancario apenas está remunerado a un uno por ciento, cuando el IPC medio está en el 8 por ciento. Y lo mismo está pasando con la deuda del Estado, dado que el sector público debe 1,5 billones de euros, vuelve a ser el más beneficiado de este juego. Podemos decir, por tanto, que el Gobierno nos está robando legalmente. El propio Pedro Sánchez lo ha reconocido públicamente al afirmar que “donde mejor está empleado el dinero es en el sector público y no en el privado”. Con esta inmensa cantidad de dinero que Hacienda está recaudando de más, el Ejecutivo está incrementando las subvenciones y las ayudas públicas al consumo con el objetivo de amortiguar la subida de los precios y evitar que se produzca un estallido social en la calle.

Se trata de un paradigma perverso, en el que el sector público está desplazando al sector privado, como vía de reparto de la riqueza que se genera en el país. Este fenómeno no es exclusivo de España, porque todos los estados han incrementado fuertemente la deuda, como consecuencia de los acontecimientos extraordinarios vividos. Pero en el caso español, la situación es más grave, porque acumula uno de los endeudamientos más elevados del ámbito mundial, tanto en términos relativos como absolutos.

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