Calafell, un pueblo con muchas luces

El otro día, víspera de la noche de San Juan, unos operarios levantaron en mitad de la playa unos fustes de acero galvanizado, de una altura aproximada de cuatro pisos, orlados por un penacho de seis reflectores. Según parece, se trata de unas farolas para iluminar la playa. Las mismas suponen un atentado contra el medio ambiente ya que empobrecen el entorno donde han sido ubicadas. Por otra parte, Costas tendrá algo que decir, ya que se trata de estructuras permanentes en sus dominios.

Por eso insto a quien proceda para su retirada y su posterior uso en donde hagan más falta. Mas Mel, Romaní, La Montañeta...

Es una vergüenza que, existiendo zonas del municipio con carencias, se hagan estos dispendios.

Miguel Ángel Marqueta

(Calafell)

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