Como en el patio del 'cole'

Menudo espectáculo de patio de colegio el que se ha vivido esta semana en el Congreso de los Diputados. Algunas escenas no son nuevas, como ver el hemiciclo con pocos diputados en sus asientos. ¿Cómo vacío? ¿No hay convocatoria de debate del estado de la nación? Parece ser que no, que sus señorías prefieren estar en los pasillos e incluso en el bar, donde además los precios son mucho más asequibles de los que ofrecen establecimientos similares situados en el exterior del edificio.

Señores diputados. Cada cuatro años los votamos para que hagan sus deberes. Y uno de ellos es asistir a las sesiones, al igual que los alumnos van a clase, como es su obligación. No vale escudarse en que también hacen trabajo en los despachos. Esto lo pueden hacer perfectamente cuando se ha acabado del pleno o al día siguiente, en vez de volver a descansar a sus casas o desempeñar otro cargo público. Si por cada ausencia injustificada a una sesión o a una comisión se le descontase una cantidad de la nómina, otro gallo cantaría. Pero mientras, a ofrecer una cámara casi vacía, como si aquello no fuese con sus señorías.

Para el final me dejo una persona que sí estaba, al menos físicamente, aunque dudo que lo estuviera mentalmente. Celia Villalobos presidía el hemiciclo cuando hablaba su presidente. Mientras, ella jugando con una tablet oficial –porque la pagamos entre todos–. Le tendría que dar vergüenza intentar justificarse diciendo que leía la prensa. Si ha sido pillada, discúlpese o, mejor, dimita por dignidad. En otros países lo tendría que haber hecho.