Más agresiones a profesionales sanitarios

Las agresiones a profesionales sanitarios es una lacra que no cesa y que ha aumentado desde la pandemia. En la provincia de Tarragona durante 2022 se produjeron 196 agresiones, 51 más que el año anterior, cifra que supone un incremento del 35%. Son, qué duda cabe, datos muy alarmantes. De hecho, una sola agresión ya debería serlo, pues es intolerable desde todo punto de vista que profesionales que se dedican a velar por la salud de los ciudadanos tengan que ir con miedo a su puesto de trabajo. Nada justifica estas actitudes violentas, sobre todo porque el personal sanitario es una víctima también de la falta de recursos de la que adolece el sistema público de salud.

La Administración no puede permanecer impasible ante este aumento de las agresiones. Es por ello que algunos expertos exigen la urgente adopción de medidas preventivas y disuasorias, entre las que se encuentran un refuerzo de la seguridad en los centros con mayor incidencia, la implantación de la figura del vigilante de seguridad en todos los centros asistenciales, aumentar el sistema de cámaras de videovigilancia, habilitar consultas con vías de escape rápidas, incluir una memoria económica de las inversiones a realizar de cara a la prevención de estas situaciones y recordar a los trabajadores que deben comunicar todas las agresiones que se produzcan. Asimismo, solicitan que la Administración se persone como acusación de oficio, establecer un régimen sancionador para los agresores o agilizar el protocolo que facilite a los profesionales agredidos la denuncia del hecho en el propio centro sanitario. Estas medidas deberían permitir dar una respuesta a las agresiones, pero si el objetivo es erradicarlas de una vez por todas hay que incidir también en la formación y la concienciación a la población para que entienda que el sanitario merece un respeto, en su faceta de médico y como persona. Porque todo el mundo debe ejercer su trabajo con seguridad.

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