Más resistentes a la Covid

La séptima ola de la pandemia de coronavirus parece que ha comenzado un franco y pronunciado declive. En solo tres días, el ritmo de los contagios entre los mayores de 60 años, los únicos que se contabilizan en la actualidad, se ha desplomado, con una caída del 17%, y el fuerte descenso de las infecciones en las últimas semanas se ha comenzado a sentir ya en los hospitales, con un notable retroceso de los ingresados por esta patología. Eso sí, por mucho que nos hayamos acostumbrado a escuchar cifras de muertes y parezca que tengamos una coraza, esta semana han fallecido por Covid 381 personas en España.

La cifra desde que se inició la pandemia es de 111.094. El virus sigue aquí, aunque ya no se tan letal como al principio y le hayamos perdido el respeto. Este verano las fiestas mayores de los pueblos vuelven a tener vida, como antes de 2020. Ya tocaba. Pero seguimos padeciendo sus consecuencias: superada la fase aguda, gracias en gran medida a los esfuerzos de sanitarios y científicos, el gran problema ahora es determinar el volumen de pacientes con Covid persistente y la clase e intensidad de sus secuelas.

Un paso indispensable para que el sistema sanitario diseñe y articule una respuesta frente a lo que parece que durante años será uno de los más graves problemas de salud. Según una investigación de la Universidad de Groninga, en Países Bajos,uno de cada ocho infectados mantiene al menos ocho meses después del del contagio una secuela permanente. Las más habituales son la pérdida del gusto y el olfato, fatiga o dolor muscular.

En el otro extremo están los «bichos raros», como ellos mismos se definen. Personas que no se han contagiado en estos dos años y medio. El Diari ha hecho una encuesta a pie de calle y el 30% de los entrevistados al azar asegura haberse librado hasta ahora. Son la resistencia al coronavirus.