Sin puntos de carga para el coche eléctrico

El coche eléctrico no acaba de despegar. Es verdad que las matriculaciones de vehículos electrificados –sobre todo, híbridos– han logrado en los últimos años un notable incremento porcentual, pero no es menos cierto que todavía el volumen de ventas apenas representa el 10% del total del mercado. Una cifra muy inferior a la media de Europa.

En este lento progreso tiene mucho que ver el precio aún muy elevado de este tipo de vehículos, pero también la falta de infraestructura de puntos de recarga, que está lastrando el desarrollo de la movilidad eléctrica en España.

El déficit de estas instalaciones es tal que la provincia de Tarragona debe multiplicar por cuatro sus puntos de recarga en los próximos dos años para cumplir la normativa de la Unión Europea, que prevé que en la demarcación haya más de 1.500 estaciones de recarga en 2025, por las 400 que hay actualmente.

El reto es importante, más si cabe ante la proximidad de la puesta en marcha de las zonas de bajas emisiones en las principales ciudades, lo que debería impulsar el uso del vehículo eléctrico. Las cifras tan reducidas de ventas de eléctricos en nuestro país preocupa seriamente a todos los empresarios del sector, que han apostado claramente por este tipo de motorizaciones, como lo demuestra que las principales plantas productores de automóviles en España tienen cadenas de montaje de las que salen modelos totalmente electrificados.

Los fabricantes han hecho los deberes mandados por la UE, no así las instituciones, que no han cumplido el compromiso de dotar al país de una red de cargadores suficiente para cubrir las necesidades de la población.

La situación es preocupante, dada la escasa infraestructura de recarga con la que cuenta España, un requisito indispensable para la apuesta con garantías por el coche eléctrico, más limpio y sostenible.

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