El enemigo sutil

Con el amianto ocurrió como con algunas personas, que al conocerlas son excelentes en todos los aspectos, facilitaba la vida, su compañía era agradable, incluso nos protegía del frío y del calor, era toda una bendición, hasta que poco a poco fuimos descubriendo que era un enemigo de la salud pública, de la salud medioambiental y de la salud laboral. Descubrimos que silentemente hacía y hace un daño irreparable. Es un mineral nocivo por la toxicidad de sus partículas, las cuales sutilmente permanecen suspendidas en el aire por medio del cual pueden viajar largas distancias sin depositarse hasta que una víctima propicia las inhala.

Los efectos negativos del amianto son capaces de manifestarse después de que hayan pasado 40 años, para algunas personas basta con exposiciones accidentales y breves, puedes estar a kilómetros de distancia del foco de origen pero el aire te trae las partículas a tu casa y te acabas enfermando o simplemente tienes unas jardineras que están fabricadas con fibrocemento y las tocas y también te acabas enfermando. Es por ello que se le ha llamado el «enemigo silencioso».

La vida útil del 87% del amianto instalado en España expirará antes del año 2030 y deberá retirarse de los lugares donde esté instalado. El Parlamento Europeo en el año 2013 estableció una resolución instando a la Unión Europea a que supervisara la presencia de amianto en edificios públicos y privados y creara planes de acción para su eliminación segura antes del año 2028.

Hay edificios construidos entre 1965 y 1984 que contienen amianto, especialmente en tuberías, cubiertas y techos. Existe un Real Decreto del 2006 que desarrolla el Reglamento sobre trabajos con riesgo de amianto por lo que la manipulación, retirada y almacenamiento debe de seguir las indicaciones del Real Decreto. La retirada del amianto es muy costosa y al carecer de ayudas públicas, se han dado casos en los que el amianto ha sido retirado y manipulado sin las debidas precauciones e incluso depositado en cualquier vertedero descontrolado o en cualquier contenedor.

El Ayuntamiento de Reus, además de exigir el cumplimiento de los Reales Decretos sobre el amianto, debe adoptar medidas complementarias ante el riesgo para la salud de los reusenses. En julio de 2021 desde Ciudadanos presentamos una moción que fue aprobada para que el Ayuntamiento de Reus publique un listado de inmuebles públicos y lugares de la vía pública que contengan amianto para eliminarlo de esas ubicaciones y ofrecer ayudas directas para el desamiantado en edificios privados.

Como he comentado al inicio de este artículo, el amianto es un material que, en un inicio, por desconocimiento, fue visto como una gran ventaja por su durabilidad y por lo económico que resultaba y a lo largo de los años se fue descubriendo lo perjudicial que era. Es nuestra obligación para con nosotros mismos y para las nuevas generaciones de Reus tener y dejar una ciudad limpia, saludable y sostenible, por lo que el imperativo ¡cero amianto! debe ser un compromiso de todos.

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