Josep Maria Siré Casas

Inquieto aventurero, libertario y artista. Tres de los calificativos con los que podemos recordar a Josep Maria Siré, de quien el próximo año se cumplirá un siglo de su nacimiento en la ciudad de Reus. Dicen las crónicas que con solo 12 años se fue al puerto de Tarragona y se escondió en un barco que luego de zarpar hizo escala en Castellón.

Su primera aventura fue tan corta como premonitoria. Antes de cumplir 20 años, inició una serie de embarques que lo llevaron a varios continentes. Su amigo, el historiador Domènec Solé, cuenta que Siré viajó siempre como polizón. Ya por entonces, había frecuentado el taller de Modest Gené, uno de sus primeros contactos artísticos. En 1944, estuvo varios meses en Francia, asistiendo a Pablo Picasso en su taller en París.

En 1948 Siré realizó el cartel de las fiestas de Sant Pere en Reus. Se recuerda la anécdota de que poco después el gobierno civil retiró la ilustración por considerarlo «subversivo y catalanista».

En uno de sus viajes, fue arrestado en la Isla Ellis, en Nueva Jersey entonces el principal puerto de entrada de la inmigración a EEUU. De allí se escapó nadando y más tarde decidió marchar a Montevideo, Uruguay. Allí se radicó Siré con su compañera Margarita, desarrollando su trayectoria vital y artística. Fundamentalmente pintor, ilustrador y grabador.

En el año 1973, se produce allí un golpe militar que instaura una dictadura. La censura, la represión, y los encarcelamientos arbitrarios determinaron que Siré y su mujer fueran parte de los miles de ciudadanos que abandonaron Uruguay y marcharon al exilio. Fue a partir de entonces que en varias oportunidades, Siré estuvo en su ciudad natal, donde realizó varias exposiciones de sus obras. La última de ellas fue en la Sala Fortuny en agosto de 2013, año de su fallecimiento en Logroño. Esa muestra fue definida como ‘la retrospectiva de un reusense libertario y artista’.

Otro recordado reusense, Ramon Ferran, se refirió a Siré destacando el «valor de la persona y el gran artista que es». Y añadió: «Uno de los más importantes de la ciudad y también uno de los más desconocidos...».

Sus obras también estuvieron expuestas en diversas ciudades, entre ellas Burdeos, Buenos Aires, Colonia, Barcelona, La Paz o San Pablo.

En su diccionario biográfico de reusenses, Olesti Trilles apunta que Siré tenía un estilo minucioso, de tonos oscuros, que combinaba con dibujos muy alegres, pero oníricos y abstractos.

Afable, sencillo y cordial, Siré estuvo vinculado con el Centro Latinoamericano de Reus a través de sus amigos uruguayos, muchos de los cuales tenían su misma condición de exiliados de la dictadura oriental. De esa relación, surgió su gesto fraternal de regalar al Centro Latinoamericano su obra Descubrimiento. Pero ahora es tiempo de que esa obra quede para la ciudad y por eso la entidad –que cumple 35 años de su fundación– tomó la decisión de donarla al municipio reusense.

La regidora Montserrat Flores recibirá el cuadro en nombre del Ajuntament en un acto que se realizará hoy lunes a las 11.30 en el Centre Cívic del Carme. En ese espacio comunitario el cuadro de Siré quedará expuesto en forma permanente. Se cumplirá entonces el objetivo de que su obra quede en un lugar público y abierto como homenaje y agradecimiento a la trayectoria humana y artística de J.M. Siré.

Quienes visiten su obra encontrarán en el margen superior izquierdo una frase del artista dirigida a los miembros del Centro, rasgo de su humor y su ironía: «¡Americanos! ... En nombre del reino os declaro oficialmente ¡descubiertos! 1492». Gracias, Siré.

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