Fans incondicionales

En el mundo de los fans, los hay de todos los colores.

Están esos admiradores detallistas que regalan a sus ídolos peluches –o cosas más innombrables–; los que se obsesionan hasta tal punto que representan un peligro incluso para quien más aman; los que lo conocen todo de ellos, hasta el más íntimo de los detalles de su vida; los que coleccionan todo tipo de objetos con la imagen de su estrella; los que se matan por un autógrafo... y luego están los incondicionales, los que hacen lo que sea necesario por no perderse ni una de sus actuaciones y estar lo mas cerca posible de ellos.

Es a esta última clase de admiradores a la que pertenecen Candela y Víctor, dos jóvenes que se plantaron el martes a la mañana ante las puertas del Palau Sant Jordi de Barcelona, donde pretenden permanecer hasta hoy y mañana para ver actuar a Rosalía.

O sea, que para la hora del concierto habrán pasado en la calle 132 horas. Ni la ola de calor insoportable que nos tiene a todos asfixiados, ni la imposibilidad de ducharse, ni renunciar a dormir en una cama durante casi una semana entera puede con ese afán por disfrutar de su cantante preferida desde la primera fila.

No, nada les detiene; están dispuestos a todo por ver de cerca a la Rosalía, haciendo bueno el refrán que reza que sarna con gusto no pica. Bueno, deseo que la espera les valga la pena y disfruten del concierto. Y que la buena de Rosalía –Dios mío, qué presión– tenga un gestico con ellos; se lo merecen.

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