Orinar en la playa

El alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero, el más votado de España y quien ya puso a su ciudad en el mapa mundial por sus famosas luces navideñas, esas que deslumbran hasta a los tripulantes de la Estación Espacial Internacional y han convertido Vigo en una cita obligada en el último mes del año, parece empeñado en que la localidad gallega siga siendo noticia, también en verano.

Y lo ha conseguido al aprobar una normativa pionera y sorprendente, aunque se antoja un tanto ineficaz o, al menos, difícil de perseguir: el Ayuntamiento que preside multará con 750 euros por orinar en las playas, tanto en los arenales como dentro del mar. Es verdad que nadie sabe aún cómo el carismático alcalde piensa identificar a los bañistas meones, sobre todo porque en el mar no funciona aquella leyenda urbana que advertía de un líquido delator de orina que, según las distintas versiones, puede ser rojo, azul o verde, una historia mil veces desmentida pero que, sin embargo, cumplía su objetivo disuasorio, por aquello de que no fuera a ser verdad y quedara uno retratado.

Pero el caso es que el revuelo causado por esta norma ha sido mayúsculo. Hasta el punto de que la noticia ha traspasado fronteras –ha sido publicada por prestigiosos medios de Portugal, Francia y Reino Unido–, para regocijo de Caballero, un regidor que da por bueno que se hable de su ciudad por tierra, aire y ahora también por mar. Sí, no hay duda. Caballero sabe poner a Vigo en el mapa. Mucho que aprender de este crack.