Palabra de centenario

Carolina tiene 100 años; José María, otros tantos; Eustaquio, 101; Esperanza, 106, y Dolores, 107. Forman parte del cada vez menos exclusivo club de los centenarios que en España integran, según los últimos datos del INE, correspondientes al 2022, hasta 19.639 personas. Los cinco gozan de buena salud y son independientes.

¿Cómo no pedirles la receta para llegar a una longevidad tan bien llevada? Y nos la dan. José María, quien desde los 9 años no ha parado de trabajar, invita a estar «siempre en activo y luchando, pero sin olvidar divertirse».

Carolina dice que no merece la pena agobiarse por las incertidumbres del existir porque a fin de cuentas «quién sabe lo que viene», por lo que recomienda «vivir bien» y «trabajar poco». Eustaquio confiesa que el secreto de su buena salud se halla en que «nunca tomé medicinas, a veces tengo algún dolor de cabeza o de estómago, pero desaparece», dice un hombre que sale todos los días al monte con la veintena de ovejas que cuida.

Esperanza no tiene ninguna receta especial, aunque a ella le ayuda «bailar mucho y echar la partida de cartas todos los días por la tarde». Y Dolores, que no entiende la cotidianidad sin leer la prensa, cocinar junto a su hija, coser y hacer sudokus, admite que su motor siempre ha sido el amor de su esposo y el de sus hijos, ayudándola a «no tener preocupaciones» y a saber apreciar las pequeñas cosas.

Ya lo ven, no hay grandes recetas mágicas. El secreto pasa por saber vivir. Nada más. ¡Ni nada menos!