Reparto de bofetadas

La reforma por Sánchez del delito de sedición, cambiándolo por el de «desórdenes públicos agravados», tiene el mérito de ser igualmente denunciado por el PP y Junts.

Feijóo lo acusa de ser un hachazo al Estado propiciado por Sánchez, cediendo al chantaje de los independentistas para aprobar los Presupuestos. Y Puigdemont lo ve como un ataque al independentismo al que Aragonès se acomoda para aprobar sus Presupuestos.

Cuando a alguien le llegan bofetadas de ambos lados, es que suele estar en medio. Pero el reparto de bofetadas no se queda aquí, con Sánchez recibiéndolas, porque Junts aprovechará para alcanzar su mejilla favorita, la de Aragonès.

Los tribunales europeos con recursos pendientes esperarán a que termine la pelea.

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