Una buena idea

La dimisión de Torres-Dulce 'por motivos personales' suena a 'thriller'

Si Eric Holder era el primer fiscal general de Estados Unidos negro, Eduardo Torres-Dulce era el primer fiscal general del Estado tertuliano de Garci. Ayer, mientras el Ministerio de Defensa ardía, el Ministerio de Justicia ni se calentaba con la ‘dimisión’ de Torres-Dulce «por motivos personales», que suena a thriller de Lydia Bosch. Holder lloró al dimitir (tras cinco intensísimos años). Parece que lo sustituirá Loretta Lynch, a la que el Senado está mirando lo limpia que tiene la sangre. Según el art. 124 de la Constitución, el Ministerio Fiscal tiene como misión promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público, además de velar por la independencia de los Tribunales. Torres-Dulce ha tropezado con el Gobierno por Bárcenas y por el 9-N. Una vez le preguntaron a Gandhi qué le parecía la civilización occidental. «Sería una buena idea». El art. 124 también lo sería.

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