La Fundació Bara de Reus se siente «infrafinanciada» para atender la necesidad «creciente» de familias vulnerables con niños

La junta desconoce si este año accederá a la ayuda pública, cuya cuantía en la licitación ha sido «rebajada», y está «preocupada» por el futuro de la entidad

La Fundació Mossèn Frederic Bara i Cortiella de Reus, con 40 años de trayectoria en la ciudad ayudando a menores con escasos recursos económicos y con estructuras familiares desestructuradas, está «preocupada» porque «estamos en peligro, infrafinanciados y la necesidad de las familias vulnerables con niños crece».

Diferentes miembros de la junta de la entidad privada sin ánimo de lucro comparecieron ayer públicamente para contar que desconocen «si accederemos a la ayuda pública dada por el Ayuntamiento por ofrecer este servicio y, de momento, no hemos podido tener esta conversación con la administración; no trabajamos solos, nos coordinamos con numerosas entidades que nos ayudan, pero si no recibimos fondos públicos tendremos que recurrir a la solidaridad colectiva», expusieron la directora de la Fundació, sor Mertxe Martínez, y el vocal de la misma, Francesc Patricio.

Anunciaron que el servicio que prestan salió a concurso por 60.000 euros, una cantidad que «ha sido rebajada, porque lo habitual eran 66.500 euros» y ahora, la licitación, está pendiente de adjudicar. La ayuda pública a la que hasta ahora optaban para «luchar contra el absentismo y el fracaso escolar» puede determinar cómo se las arreglarán en el futuro. Están inquietos tanto si ganan el concurso como si no. Según Patricio: «La realidad es que ha habido una rebaja y la situación económica es inviable; además, mientras no hemos recibido la ayuda, hemos continuado haciendo las actividades de siempre». Son ejemplos el comedor escolar social, las actividades de repaso escolar, las excursiones y las actividades de recreo y ocio con valores.

A modo de repaso, expusieron que antes de 2017 había sido la Generalitat la que había financiado directa y regularmente su proyecto, pero fue a partir de ese año que «un convenio marco entre esta y el Ayuntamiento de Reus –para atender a niños en situación de pobreza– establecía que la administración local aportaría la cantidad de la Generalitat y a esto se le añadió que aportaría, por su parte, un 33% de fondos propios, que bien podían ser pagados en especies o con dinero, y lo cierto es que el Ayuntamiento no ha cumplido nada respecto a este porcentaje», completó Patricio.

125 niños el año pasado

El total de gastos anuales de la Fundació, concretaron, está entre los 125.000 y los 150.000 euros y el grueso «se lo llevan los de personal». La necesidad, como decían, «aumenta». El año pasado atendieron a 125 niños y «la mitad son adolescentes», terció la tesorera Isabel Domingo. Sobre la cifra de familias necesitadas con niños, Martínez expuso que «varía», porque hay altas y bajas a lo largo del curso, pero que visto en perspectiva les preocupa: «En cinco años, hemos pasado de atender a 60 niños a 125 y tenemos 100 en lista de espera, hacemos una criba muy cuidadosa». Dicho aspecto se «ha agravado desde la situación bélica con Ucrania», apuntó la directora.

Fuentes municipales consultadas trasladan que «ponen en valor la tarea social que ha hecho la Fundació» y que la licitación del servicio viene motivada por razones jurídicas, ya que el encargo de la Fundació, vía convenio de colaboración desde 2018, no tenía continuidad jurídica. Estas mismas fuentes también manifiestan que la entidad «ha sido informada en todo momento de la obligación jurídica de licitar el contrato de servicio vía concurso público con el fin de adaptarlo a la normativa». Los criterios de la licitación, prosiguen, se han fijado a partir de un estudio de costes realizado por el Ayuntamiento y que el Servei d’Acompanyament Socioeducatiu per a Adolescents es una «de las cuatro líneas del proyecto socioeducativo que desarrolla el Ayuntamiento; las otras tres, se gestionan a través de la Fundació Educativa i Social, un medio propio».

Desde el Ayuntamiento apuntan que «las bases del concurso público no han sido recurridas en ningún momento» y que «han sido tres las entidades que se han presentado a la licitación».

Las familias ven la labor de la entidad «necesaria»

Las familias usuarias encuentran que la labor de la Fundació Bara es «necesaria», ya que se les hace acompañamiento, orientación y seguimiento. El Diari ha contactado con un par. En un primer caso está I., que saca adelante una familia numerosa y monoparental y lleva a sus dos hijos a la sede de la entidad. Conoció la labor que hacen allí por una amiga: «Mis hijos van al comedor, hacen repaso y se van de excursión; están muy a gusto y hace unos cuatro años que los llevo allí, supone una gran ayuda; es de agradecer que, ni durante el confinamiento, detuvieran su actividad».

Otro caso es el de M., quien a raíz de la crisis económica de 2008, la situación en casa se volvió complicada. «Somos cuatro y tenemos dos hijos. Al principio, llevé al mayor a la Fundació, para que mejorara su dicción e hiciera un círculo de amigos nuevo, y luego la situación económica en casa hizo que los dos hijos acabaron yendo. Ayuda porque allí se distraen, socializan y aprenden muchas cosas».

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