Renace la Associació de Veïns Horts de Miró

‘Les matinades’ por Sant Pere y un catálogo de servicios, los primeros proyectos

Después de un parón por la pandemia, la Associació de Veïns de Horts de Miró vuelve a retomar su actividad. «Los miembros de la anterior junta se fueron de la ciudad al llegar la Covid-19 y en la asamblea se nos plantearon dos opciones: la disolución o tirar adelante», explica la presidenta de la asociación vecinal, Pilar Flamenco. La representante vecinal cuenta que, ahora mismo, se «retoman los contactos con las entidades y estamos muy satisfechos por su respuesta». «Trabajamos en poner de nuevo las bases de la asociación, dinamizar el barrio, que la gente responda a nuestras propuestas», dice.

Les matinades por Sant Pere fue la primera actividad de la nueva junta, aunque quieren reactivar ahora la colla gegantera del barrio y en setiembre celebrar encuentros con vermut y comida. Asegura Flamenco que actúan como «un elemento integrador en un barrio con mucha extensión y población», llamando a «que la gente se una, que participe de la vida vecinal».

Una de las primeras propuestas es la creación de un catálogo con las prestaciones que hay en el barrio. «Buscamos recoger todos los servicios sanitarios, Guàrdia Urbana y distintas asociaciones», comenta Flamenco, aunque asegura que «no tenemos claro el formato». «Podemos hacer un tríptico o intentar crear una plataforma digital, donde la gente tenga acceso a las distintas entidades que hay en nuestra zona, nos servirá como entrada a la comunidad», añade.

El factor económico representa uno de los grandes impedimentos para retomar actividades populares, como las fiestas de barrio. La falta de presupuesto complica a la nueva junta poder plantear uno de los acontecimientos más esperados. «Estamos hablando con el Ayuntamiento, y aunque nos hemos quedado fuera de las subvenciones este año, esperamos poder retomar muchas actividades gracias a ellas en un futuro cercano», declara la presidenta de la agrupación vecinal.

Otra problemática a la que hacen frente es la falta de espacio. No tener un local propio les impide mantener su actividad durante el fin de semana, días que consideran «claves» para la difusión. «Si queremos hacer cualquier evento en sábado o domingo nos quedamos limitados. También hay espacios públicos dónde moverse y queremos luchar por ellos», comenta Flamenco.

El barrio ha tenido iniciativas ya extintas como el A-porta, que detectaba situaciones de vulnerabilidad energética y social de gente mayor, visitando una a una las viviendas d’Horts de Miró. De esta manera, también se hacía un seguimiento a las personas con riesgo de situaciones de soledad, aunque este proyecto cesó su actividad con motivo del primer confinamiento.

A partir del 6 de setiembre tendrán un despacho en el Centre Cívic Llevant, todos los martes de 19 a 21 horas habilitarán el espacio para dudas, sugerencias o cualquier aportación que quieran hacer los vecinos.

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