440 días de calvario

Esta es la historia de Ana Romano, quien está pendiente de una prótesis desde julio del año pasado. Ha denunciado los hechos

Ana Romano lleva 440 días esperando que la llamen del Hospital Joan XXIII de Tarragona para que le operen y le coloquen una prótesis en la rodilla. A esta mujer de 79 años ya se le ha acabado la paciencia y ha decidido interponer una denuncia ante el Departament de Salut. Pide que se inicie una investigación contra el centro hospitalario a fin de esclarecer lo ocurrido. Además, exige que, si el hospital tarraconense no la interviene de manera inmediata, que el Departament autorice y se haga cargo de la operación en un hospital privado. Conozcamos la historia de esta vecina de la ciudad, víctima de las largas listas de espera.

La pesadilla de Ana empezó el pasado 9 de diciembre de 2020. «Iba andando y me quedé clavada. No podía levantar la pierna, como si el pie se me hubiera quedado pegado en el suelo», recuerda Ana, quien inmediatamente llamó a su hijo para que la fuera a buscar. El diagnóstico fue una meniscopatia de la rodilla derecha. Popularmente, y como explica Ana, «me rompí la rodilla y pasé a formar parte de la lista de espera para ser operada».

Y así lleva casi un año y medio. Esperando para poner fin a este calvario. Ana no ha vuelto a tener una vida normal. Por las mañanas, antes de levantarse de la cama, debe sentarse un cuarto de hora para que la rodilla se acostumbre. Toma pastillas porque el dolor no le deja dormir por las noches y, en ocasiones, se ve obligada a salir a la calle acompañada de sus muletas. Su calidad de vida se ha visto mermada. «Estoy enfadada porque yo siempre he sido una persona muy activa y siempre he gozado de muy buena salud. Ahora me encuentro impotente al no poder hacer vida normal», comenta.

Ana explica que, como consecuencia de una de las quejas que puso, hace un mes la llamaron para hacerle más pruebas. «Me querían hacer una resonancia en la rodilla que tengo buena. No lo entiendo. Parezca que quieran ganar tiempo de una manera u otra. Desde el primer día que el hospital sabe lo que tengo y lo que necesito», explica la protagonista de esta historia.

Ana no entiende cómo puede ser que la normativa establezca un plazo máximo de operación de rodilla en 180 días y que ella lleve más del doble de espera. «Me parece que queda totalmente acreditada la infracción por parte del hospital», explica Ana.

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