Aprender en el escenario de una fiesta ‘rave’ que acaba mal

Alumnos del grado de emergencias sanitarias de seis institutos de Catalunya se enfrentaron ayer en el Complex Educatiu en una competición en la que tuvieron que responder a una situación de lo más realista

La llamada llorosa a emergencias habla de una fiesta que ha salido mal, de un accidente con coches, de heridos... Todo en el Complex Educatiu de Tarragona, en la antigua Universitat Laboral.

Se trata, en realidad, de una situación simulada para la competición CatSkills en la que participan alumnos del grado medio de FP de Técnico de emergencias sanitarias (TES) de seis institutos de Catalunya.

Cada centro presentaba una pareja al certamen. En este caso competían el Institut Cal·lípolis de Tarragona (organizador del concurso por segundo año) el Institut d’Estudis Mèdics (Barcelona), el Institut Escola Municipal de Treball (Granollers), Joviat (Manresa), La Salle (Mollerussa) y el Institut de l’Ebre (Tortosa).

El escenario del caos

Trinidad Muñoz, profesora del grado del TES (uno de los nueve de la familia sanitaria que hay en el Cal·lípolis) explica que lo que se trata es de testar los conocimientos de los alumnos enfrentándoles a situaciones concretas.

La prueba, de hecho, comenzó antes del supuesto accidente cuando las seis parejas de alumnos tuvieron que preparar el material que necesitaban para colocar en las mochilas que llevarán en la ambulancia. Lo hacen por tandas frente a la atenta mirada de los profesores que ejercen de jurado junto con algunos profesionales del sector que han venido expresamente.

La situación que plantearon los profesores para el ejercicio es una fiesta ‘rave’ en el entorno de la cual hay una carrera de coches ilegal que acaba con un accidente. Los alumnos tienen que concentrarse en atender a tres heridos: una persona que queda atrapada en un coche, una atropellada y otra intoxicada por drogas.

Se evalúa todo, no solo la rapidez o los procedimientos que se hacen, sino que los alumnos se cercioren al llegar de que el escenario es seguro (que uno de los coches siniestrados no explotará, por ejemplo) y que llamen refuerzos o a los cuerpos de seguridad si hace falta.

En el lugar del paciente

Lorena Hernández, alumna del Cal·lípolis que hace de atropellada, ofrece un aspecto realmente preocupante gracias a los compañeros del grado de caracterización y maquillaje profesional del mismo centro. Tiene raspones por todas partes y una prótesis que simula con bastante precisión una fractura de tibia y peroné.

Relata la supuesta atropellada que actividades así permiten aprender no solo viendo actuar a los compañeros, sino, en su caso, poniéndose en el lugar de la víctima.

Por su parte Daniel Montes, alumno del IEM de Barcelona, explica que habían preparado mucho la prueba aunque la situación era sorpresa. Está entusiasmado porque, pese a que en segundo ya se hacen prácticas en la empresa, afortunadamente no es común encontrarse con una emergencia de estas dimensiones.

Además de los participantes vinieron compañeros de los distintos institutos que les jalean a todo pulmón. Hay incluso quien ha traído pancartas, como un grupo de alumnas de Granollers.

De hecho las pancartas debieron traerles suerte porque los de Granollers resultaron ganadores. El segundo puesto fue para los de Barcelona y el tercero para los anfitriones del Cal·lípolis.

Catskills es un programa de innovación pedagógica para promover y demostrar las competencias del alumnado de formación profesional. Desde febrero y hasta junio, se disputarán 46 competiciones de diferentes modalidades con la participación de cerca de 400 estudiantes de formación profesional de Catalunya de 128 centros educativos. Los ganadores de este campeonato formarán el equipo catalán de los próximos Spainskills 2024.

Temas: