El Estado prevé que el tráfico de mercancías por la ciudad se doblará en el año 2050

La plataforma Mercaderies per l’Interior resta credibilidad a las cifras y asegura que el número será muy superior. Por su parte, el sector turístico muestra su preocupación

En los próximos años se incrementará el tráfico de trenes por la ciudad de Tarragona, aunque se reducirán las circulaciones en cuanto a los pasajeros y se multiplicará el transporte de mercancías. Así lo apuntan las previsiones de la Secretaría de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, remitiendo informes de Adif y de la Dirección General de Evaluación y Planificación de la Red Ferroviaria, en los que se hace una estimación del impacto de la entrada en funcionamiento de este tramo del Corredor del Mediterrani a través del tercer carril.

Los datos, que avanzó Nació Digital, se han dado a conocer a instancia de una solicitud presentada por el Defensor del Pueblo, que tiene una investigación abierta sobre esta cuestión a raíz de la queja presentada por la plataforma ciudadana Mercaderies per l’Interior. Esta es la primera ocasión en la que se han dado a conocer cifras oficiales, por parte del Estado, respecto al impacto de esta infraestructura, las cuales muestran algunos elementos que no pueden pasarse por alto.

En primer lugar, destaca que la entrada en funcionamiento del ancho internacional comportará un incremento del tráfico de mercancías pasando de los 236 convoyes semanales en 2019 a 528 en 2050. Este aumento será paulatino y corresponde al escenario más alejado de los tres que se han dibujado. Pese a ello, las cifras muestran un efecto más inmediato y ya en 2030 podría llegarse a 395 convoyes, número que en 2040 podría enfilarse hasta los 482.

Un segundo elemento que llama la atención es que si estos datos se confirman, a partir de 2040 pasarán más trenes de mercancías (482) que de pasajeros (434) por esta línea litoral, ya que se prevé que las circulaciones de media distancia y cercanías se mantendrán en los próximos años. Por contra, los servicios de larga distancia serán inexistentes. De hecho, estos ya desaparecieron con la entrada en funcionamiento de la variante de Vandellòs en enero de 2020, cuando los Euromed se desviaron por la estación de La Secuita. Esto ha supuesto una pérdida importante de servicios para los usuarios, teniendo en cuenta que según estos mismos datos en el año 2003 esta vía registraba hasta 306 circulaciones semanales de larga distancia.

La respuesta del Defensor del Pueblo llegó el pasado 28 de julio y desde la Plataforma Mercaderies per l’Interior ya se han hecho un conjunto de apreciaciones, dado que, según el portavoz de esta entidad, Eugeni Sedano, «son cifras poco creíbles que están muy alejadas de otros estudios». En la última edición del Saló Internacional de la Logística (SIL) de Barcelona, el lobby empresarial Ferrmed presentaba un estudio en el que se apuntaba que para el año 2030 el tramo Tarragona- Sant Vicenç de Calders registrará unos 1.604 trenes semanales, una cifra muy por encima de la prevista por el Ejecutivo.

Por otro lado, la plataforma defiende que «las composiciones ferroviarias serán significativamente más largas y pesadas que las actuales», ya que se prevé que los convoyes alcancen los 750 metros de longitud. «Una cosa es el número de trenes, y otra el de vagones, su tamaño, qué es lo que llevarán, cuál será su frecuencia, etc.». Con todo, defienden que «no es admisible que jueguen con las cifras».

Monotorizar el Amfiteatre

El escrito del Defensor del Pueblo también hace referencia a los posibles riesgos de afectación del patrimonio histórico que puede tener la circulación de estos convoyes junto al Amfiteatre. Y, al respecto se hace referencia al estudio licitado por Adif para el análisis y evaluación de la afectación de las obras de implantación y su posterior explotación. Los trabajos, con un presupuesto de más de 1.475.450 euros (sin IVA), supondrán el análisis del estado actual del monumento. También se hará una estimación de las vibraciones que se espera que se transmitan y la elaboración de un plan de auscultación, en el que también se hará un modelo gemelo del recinto romano que permitirá observar a tiempo real los resultados y si tienen que colocarse elementos de amortiguación que permitan ajustar las vibraciones. «Está muy bien que se gasten ese dinero, pero qué pasa si efectivamente se detecta que hay unas vibraciones que afectan al monumento, porque las obras del tercer carril siguen adelante. ¿Si hay cualquier cosa pararán el tráfico ferroviario?», argumenta Sedano.

A partir de estos aspectos, la Plataforma Mercaderies per l’Interior solicita al Defensor del Pueblo que dicte una resolución que «nos ayude a impedir que prosigan las obras del tercer carril del Corredor del Mediterrani». Asimismo, se solicita que este organismo apoye un «recorrido provisional» de forma que mientras no exista la vía segregada para las mercancías, que ahora se está estudiando, las mercancías no tengan que pasar por el centro de los núcleos de población. Esta solución provisional apela a que estos trenes circulen desde el nudo de Vila-seca a La Secuita y, a partir de ahí, se incorporen a la línea del AVE Madrid-Barcelona hasta L’Arboç. Esto obligaría a hacer una interconexión de vías para que estos trenes pudieran volver a la vía convencional. Esta opción la desestimó el secretario general de Infraestructuras del Mitma, Xavier Flores, quien afirmó que técnicamente no era posible. Pese a ello, la plataforma defiende que «los ingenieros que nos asesoran nos dicen que es posible con algunas modificaciones técnicas, pues que se hagan».

No obstante, la plataforma sigue defendiendo que la solución final pasa por la construcción de una doble plataforma segregada, de uso exclusivo para las mercancías, cuyo recorrido ahora se está estudiando. En enero de este año, el Ministerio encargó el estudio de viabilidad en el que se tendrán en cuenta las diferentes propuestas. No obstante, la plataforma defiende que esta es una alternativa con unos plazos de ejecución «extremadamente largos», de entre 15 y 20 años.

La situación que preocupa a uno de los principales sectores de actividad de este territorio, como es el turismo, que siempre se ha opuesto a que siguiera adelante este proyecto por la afectación que tendrá sobre estos establecimientos, que mayoritariamente están junto a la vía del tren. Al respecto, estos encargaron unas mediciones para obtener datos sobre el paso de estos convoyes. «Los resultados están subiendo y tenemos cifras tangibles que lo demuestran», asegura desde la Associacio de Campings de la Costa Daurada i Terres de l’Ebre, Joan Anton. Este asegura que dentro del sector «la sensación es de alarma» ya que el «silencio» es uno de los tres elementos que valoran más los clientes de estos negocios. «Si una parte de sus expectativas se ven frustradas esto puede perjudicarnos de forma preocupante», añade Joan Anton.