La Feat rechaza el Tramcap y lo considera «faraónico»

También critica la prohibición del paso de mercancías peligrosas por el túnel del Coll de Lilla

La Federació Empresarial d’Autotransport de Tarragona (FEAT) ha rechazado el proyecto del Tramcamp por considerarlo «faraónico» e innecesario por el Camp de Tarragona.

Los transportistas consideran que es necesario un sistema «ágil y flexible» y apuestan por vehículos de hidrógeno y eléctricos con una «alta» frecuencia de paso y con ejes cívicos en los lugares por donde pasaría el tranvía.

El empresariado también lamentó de que los camiones de mercancías peligrosas tengan que hacer 44 kilómetros de más, ya que tienen prohibido circular por el túnel del Coll de Lilla. Ante ello, exigieron soluciones alternativas, como por ejemplo, el desdoblamiento de la C-14 desde Alcover hasta Montblanc, entre otras medidas.

El portavoz de la FEAT, Josep Lluís Aymat, consideró que el Camp de Tarragona no necesita una infraestructura «rígida y de alta capacidad» como el Tramcamp porque el área metropolitana no está densamente poblada como la de Barcelona. Por eso, ha afirmado que los trambuses de hidrógeno, como los que operan en Francia, serían una buena opción.

«Cuando toque»

«No digo que el proyecto del Tramcamp no sea correcto, pero cuando toque, necesitamos un sistema que tenga muchas frecuencias, de baja capacidad y de nulo impacto ambiental», ha subrayado el portavoz. Aymat ha señalado que el territorio tiene «movilidades cruzadas», ya que a diferencia del área metropolitana de Barcelona, hay muchos municipios, como Vila-seca, Salou, Valls o Cambrils, que «necesitan y generan» movilidades hacia las otras localidades.

En paralelo, desde la federación han reclamado una solución a las administraciones ante el hecho de que los transportistas de mercancías tienen prohibido circular por el túnel de Lilla, lo que les supone a los camioneros realizar 44 kilómetros de más para dirigirse hacia Lleida y en la zona interior de España. Esto, dicen, genera perjuicios económicos, ambientales, así como una «gran pérdida de competitividad».

Tres propuestas al túnel del Coll de Lilla

Conjuntamente con la Cambra de Comerç y la Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT), los transportistas han presentado tres propuestas alternativas a esta problemática. La primera de ellas sería construir un vial que conectara la salida de la A-27, en Masmolets, hasta el polígono de Valls, y desde este punto conectar con la AP-2, a la altura de El Pla de Santa Maria, «lo antes posible», según ha explicado Aymat.

La segunda propuesta sería desdoblar la C-14 desde Alcover hasta Montblanc. «Sería una obra pesada; pero lo que ponemos de manifiesto es que la industria química, la más potente de nuestro territorio, no puede gozar de una infraestructura clave, como es el túnel, para sus clientes de interior», lamentó. En cuanto a la tercera, el presidente de la FEAT, Joaquim Riudeubas, reclamó que se cataloguen los túneles españoles según el ADR.

Más poder territorial

Asimismo, los responsables de la FEAT pidieron la constitución de una «voz única y potente» de los agentes y entidades públicas y privadas del Camp de Tarragona para tener más «poder» en la toma de decisiones que afectan al área metropolitana. Consideran que la Diputación de Tarragona, los ayuntamientos, la patronal, los sindicatos, junto con las Cámaras de Comercio y la Universidad Rovira i Virgili (URV), deberían trabajar juntos. «No podemos ir a hacer la guerra cada uno por su cuenta», ha dicho Aymat.

Aparte, los transportistas han reclamado nuevamente el desdoblamiento de la N-420 para mejorar la conectividad con el Baix Aragó y la construcción del tercer carril de la AP-7 desde Salou hasta Ulldecona para descongestionar esta vía, así como el desdoblamiento de la C-12 de La Ràpita en Lleida. A su vez, exigieron que se prioricen las obras para enlazar el túnel de Lilla con la autopista y rechazaron la ampliación del aeropuerto de Barcelona, pidiendo un mejor funcionamiento en red con el resto de aeropuertos.

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