Las asociaciones de familias, en pie de guerra por la gestión de los comedores escolares

El Consell Comarcal del Tarragonès asumirá el servicio en los centros donde estaba a cargo de los padres. El ente supramunicipal insiste: solo cumple un mandato de la Generalitat

A partir del próximo curso escolar, el 2023/2024, los comedores de las escuelas de la comarca del Tarragonès que gestionan las asociaciones de familias pasarán a ser competencia del Consell Comarcal.

Las asociaciones se enteraron de la noticia por una carta el 15 del mes pasado y desde entonces se ha extendido la preocupación por el futuro del servicio. La principal inquietud, explica Emma Escauriaza, del AFA del Insttitut- Escola l’Arrabassada, es que baje la calidad tanto de los alimentos que se sirven como de la atención que reciben los niños. Y es que, como explica, el Consell sacará el servicio a licitación y temen que el principal criterio para seleccionar a las empresas sea el precio.

El cambio de modelo también implicará cambios en el día a día que, creen, irán en detrimento de los niños, como el control directo de las familias sobre las empresas que prestan el servicio. Calculan que en la comarca hay 38 escuelas de distintos municipios en la misma situación.

Temen, además, que con este sistema los comedores queden en manos de grandes empresas en detrimento de otras más pequeñas del territorio.

Mucho más que alimentación

Jordi Rubio, presidente del AFA de la Escola Sant Pere i Sant Pau, insiste en que el espacio de comedor es muy importante y cada escuela tiene sus características. En su caso, por ejemplo, son pioneros en el hecho de que se sirvan productos de proximidad.

Mientras en l’Arrabassada este curso (el primero en que se encuentran en la nueva sede) están estrenando cocina propia. La empresa que presta el servicio cocina allí mismo y los padres están muy contentos con el resultado «pero ahora no sabemos qué va a suceder el curso que viene», reconoce Escauriaza.

Ambos apuntan, además, que los niños pasan un tiempo importante en el comedor que se convierte en un espacio clave de aprendizaje y socialización. Meritxell Piqué, presidenta de la AFA de la Escola El Miracle explica que lo conciben como «una continuación del horario lectivo». Para ello están en continua comunicación con los monitores de la empresa que presta el servicio. En su escuela, por ejemplo, están trabajando en un proyecto para estimular la autonomía de los niños que promueve que ellos mismos se sirvan. El AFA también realiza formaciones a medida para los monitores sobre distintos temas, como por ejemplo temas de igualdad de género o acompañamiento respetuoso «Y tememos que todo eso se va a perder».

Recuerdan que a excepción de alguna asociación de familias que tiene personal contratado, la inmensa mayoría de la gestión de los comedores la realizan padres que ofrecen su trabajo de manera voluntaria. «Y es algo que funciona; nos gustaría que nos expliquen qué es lo que hacemos mal» señala Rubio.

Menos en los casos en lo que el alumno/a tiene una beca, el comedor lo pagan las familias y el precio está establecido por el Departament d’Educació de la Generalitat. Este curso es de 6,54 euros por alumno al día en las escuelas donde hay dos horas y media de comedor y 6,18 euros donde son dos horas.

Mandato de la Generalitat

Consultados al respecto, desde el Cosell Comarcal del Tarragonès explican que la decisión de recuperar la gestión de los comedores «es consecuencia de la aplicación del Acord de Govern de la Generalitat de Catalunya de fecha 31 de agosto de 2022, que así lo especifica y detalla. Este acuerdo deriva, a la vez, del Informe 3/2022, de 27 de junio, de la Junta Consultiva de Contratación Administrativa de la Generalitat de Catalunya en que concluye que el servicio de comedor escolar no puede ser objeto de atribución a entidades privadas, como son las AFA». Apuntan que solo se ha «limitado pues a dar cumplimiento al marco normativo».

Reconocen, no obstante, que son «conscientes de que esta nueva situación puede suponer un malestar a las AFA, las cuales hasta ahora venían gestionando de forma directa estos servicios, y con la voluntad siempre de trabajar juntos, en un clima de proximidad, confianza y sumando esfuerzos, el CCT hemos programado una reunión el próximo 25 de enero con las asociaciones de familias para abordar el tema y resolver todas las dudas que sean precisos. Del mismo modo, el 31 de enero también se ha convocado una reunión con los directores/a de los centros educativos».

Finalmente aseguran que «seguiremos velando, como hemos hecho hasta ahora, por un servicio de comedor de calidad, próximo y según las necesidades de los niños como estamos llevando a cabo desde hace tiempo en otras muchas escuelas de la comarca».

El cambio de gestión de los comedores escolares a manos de la administración ya fue objeto de una enconada disputa en 2017 cuando el entonces conseller de Eduació, Josep Bargalló, abrió un proceso participativo para elaborar un nuevo decreto. El proyecto quedó congelado por la oposición de algunas asociaciones de familias que consideraban que se las apartaba de la gestión del servicio y se favorecía la privatización.

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