Los médicos del CAP Jaume I denuncian el sistema de derivación al psicólogo

El colectivo de facultativos asegura que hacer de intermediario entre el paciente y el especialista en salud mental «altera e interfiere el trabajo asistencial de sus consultas»

Los médicos de cabecera del CAP Jaume I de Tarragona han llegado al límite. Los facultativos han mandado una carta a la dirección del centro y al director de la atención primaria del Institut Català de la Salut (ICS), Daniel Ferrer-Vidal, mostrando su malestar por el actual sistema de derivación de pacientes con patología psicológica o psiquiátrica. El circuito marca que sea el mismo médico de familia quien se reúna con el psicólogo para explicar lo que le pasa al paciente, que previamente ha visitado. A partir de entonces, se decide qué tratamiento iniciar. Los médicos de cabecera aseguran que se trata de un circuito farragoso, que altera su consulta y su día a día. Además, añaden que la mayoría de facultativos optan por tratar la dolencia ellos mismos y, de esta manera, ahorrarse todo el procedimiento. El colectivo pide que la derivación al psicólogo y psiquiatra se haga a través de las mismas vías que se utilizan para derivar el paciente a cualquier otro especialista.

Por su lado, el Departament de Salut, junto con los proveedores –entre ellos el Institut Català de la Salut–, trabajan la posibilidad de poner en marcha un modelo de interconsulta virtual, que mejore la vida, tanto del médico de cabecera como del psicólogo o psiquiatra.

El antecedente

El origen de esta problemática se remonta al año 2018, cuando el CatSalut decidió incorporar psicólogos, psiquiatras y enfermeras del Institut Pere Mata –único proveedor de servicios de salud mental del territorio– en los equipos de atención primaria. De esta manera, el médico de familia seguía visitando los casos de baja complejidad, pero en un su equipo contaba con un profesional especializado en salud mental, por si era necesario atender un caso más complejo. Si la cosa era más seria, entonces se derivaba el paciente a un centro de salud mental. El objetivo era descongestionar estos equipamientos y acabar con las largas listas de espera y las inacabables colas en las puertas del CSMA y CSMIJ –Centre de Salut Mental d’Adults e Infantil-Juvenil del Institut Pere Mata–, ubicados en la calle Rovira i Virgili.

La intención del Departament era que los problemas psicológicos de baja complejidad, como pueden ser ansiedad, pérdida de un familiar, procesos de duelo o el hecho de quedarse sin trabajo, fueran tratados en los CAP, mientras que los centros de salud mental atendieran patologías más graves.

La llegada de la pandemia

Hasta aquí todo correcto. El problema ha llegado con la irrupción de la pandemia en nuestras vidas. Los casos de problemas de salud mental se han multiplicado y los centros de atención primaria, puerta de entrada al sistema sanitario, no dan abasto.

Cuando el paciente llega al ambulatorio, es el médico de familia quien le atiende. Cuenta con 12 minutos. El facultativo debe decidir si es un caso leve o, por el contrario, debe consultarse con el psicólogo o psiquiatra. De ser así, el médico de cabecera se desplaza hasta la consulta del especialista, quien pasa visita el ambulatorio una o dos veces por semana. «Nos esperamos en la sala de espera, como si fuéramos pacientes, hasta que el psicólogo consigue atendernos entre sus consultas», explica un médico del CAP Jaume I, quien añade que «no estamos como para perder el tiempo de esta manera, teniendo en cuenta la sobrecarga de trabajo que tenemos». El facultativo debe acordarse de cada uno de los casos. Es entonces cuando el psicólogo decide si tratarlo en el ambulatorio o derivarlo a un centro de atención primaria.

Con este panorama, los médicos de cabecera del Jaume I decidieron el pasado viernes trasladar el malestar a la dirección del centro y del ICS a través de una carta. La misiva decía que este sistema de derivación «altera e interfiere en el trabajo asistencial de las consultas», y pedía que el procedimiento se hiciera «vía orden clínica». Además, proponía que fuera el especialista quien contactase con el médico de familia en caso de dudas.

«Queremos que quede claro que nuestra reivindicación tiene como objetivo que el paciente esté mejor atendido y la atención sea más ágil», dice uno de los médicos de familia. Cabe recordar que esta manera de funcionar se repite en todos los centros de atención primaria catalanes, sean del ICS o de otro proveedor de salud.

Interconsulta virtual

Por su parte, desde la Regió Sanitària Camp de Tarragona aseguran que se está trabajando, junto con los proveedores implicados, la posibilidad de poner en marcha un modelo de «interconsulta virtual», que permita que el profesional de atención primaria «pueda enviar, de forma asíncrona, una consulta al profesional de salud mental». Este último deberá dar respuesta en un plazo de tiempo acordado entre ambos.

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