Más de 700 alumnos tarraconenses se solidarizan con Perú

A través de esta actividad se busca sensibilizar a los jóvenes sobre algunas de las brechas de desigualdad y acabar con el hambre en el mundo

700 alumnos de tercero y cuarto de la ESO procedentes de nuevo centros de la ciudad de Tarragona participaron, ayer por la mañana, en la Marxa de la Solidaritat organizada por Mans Unides.

Este año, la iniciativa celebra su 28a edición y los fondos recaudados irán destinados para el proyecto ‘Protección de la primera infancia en zonas marginales de Callao’ en el Perú.

Este es la continuación de un proyecto que se inició el 2021 para la protección de niños y niñas de zonas rurales urbano-marginales y responde a la necesidad de generar condiciones para que los menores de tres años en situación de pobreza puedan desarrollarse de manera integral.

La solución que propone el proyecto es continuar fortaleciendo las capacidades de padres y madres para brindar atención integral a los hijos e hijas, optimizando los pocos recursos que tienen, mejorando la dinámica familiar, haciendo consciente a la mujer de su poder e implicando a los hombres en la corresponsabilidad en el hogar.

Además, buscan fortalecer la organización comunal para la protección de menores, en coordinación de las instituciones garantes de sus derechos.

Con este fin, estudiantes y profesores de los colegios El Carme, Sant Pau Apòstol, Lestonnac, Santa Teresa de Jesús, Vedruna Sagrat Cor, Joan XXIII, La Salle Torreforta y el Institut Antoni de Martí i Franqués realizaron una ruta circular de doce quilómetros.

A las nueve de la mañana de uno de los días más fríos en la ciudad, el Camp de Mart se llenó de adolescentes dispuestos aportar su granito de arena, demostrando, una vez más, su solidaridad y su predisposición de ayudar y colaborar a hacer un mundo mejor.

Los músicos Pere Boluda y Guillem Anguera y el mosén Joan Àguila fueron los encargados de animar a los jóvenes a iniciar la marcha cantando. Las canciones de Macaco, SUU y Luis Fonsi fueron las más cantadas y bailadas por los adolescentes.

Minutos después, los alumnos empezaron andar. Con ritmo ligero, una sonrisa y el convencimiento de cuál era el objetivo de la marcha, iban avanzando. La primera parada fue en las instalaciones del Nàstic. Una vez allí, los participantes tuvieron la oportunidad de descargarse una entrada para asistir al próximo partido del Nàstic en el Nou Estadi Costa Daurada.

Una vez todos se habían hecho con la suya, la marcha se reanudó.

Los estudiantes continuaron con la causa hasta llegar a Boscos donde pararon a reponer fuerzas y almorzar.

Ya con una temperatura más agradable, los participantes encararon el último tramo de la ruta con ganas, pero también con un cierto cansancio. Antes de volver al punto de partida, los participantes pararon en el Llorito y realizaron diferentes actividades.

Cabe destacar que previamente a la marcha, cada centro escogió y reflexionó sobre un valor. Ayer, en el Camp de Mart y en el Llorito se leyeron manifiestos y pusieron en común todo lo que habían trabajado en las aulas.

Caminar y patrocinar

La aportación de Manos Unidas para el proyecto es el 79% del coste total, mientras que la aportación local es del 21%. Por eso,

los alumnos, además de participar en la marcha, fueron los responsables de buscar patrocinadores entre familiares y amigos.

De esta manera, se espera financiar parte del proyecto, el cual se prevé realizarlo en doce meses, y tiene un coste de 60.000 euros.

A través de esta actividad solidaria se busca sensibilizar a los jóvenes sobre algunas de las brechas de desigualdad que todavía están presentes en la sociedad y poner punto final al hambre en el mundo.

La 28a edición del proyecto se hizo con total normalidad después que en 2021 se tuviera que cancelar y en 2022 se hiciera por grupos reducidos.