Qué hay que saber sobre el proceso participativo del POUM

Arrancará el próximo martes con una sesión inaugural en el Palau de Congressos y se prolongará hasta el mes de febrero. Habrá conferencias sectoriales y territoriales, además de excursiones

El próximo martes a las 18 horas arrancará en la Sala August del Palau de Congressos el proceso de participación ciudadana para la redacción del nuevo Pla d’Ordenació Urbanística Municipal (POUM). Bajo el título ‘Dibuixem Tarragona. Inclusió, cohesió, sostenibilitat i altres reptes de futur’, esta sesión inaugural representará el punto de partido de un debate que servirá para definir la Tarragona del futuro, en aspectos que van desde los crecimientos de ciudad, a la anchura de las aceras y la calidad del espacio público, entre otros aspectos.

«Esta sesión inaugural representa la puerta de entrada a este gran proceso, al que todo el mundo está invitado. No tan solo los sectores económicos más directamente implicados, como era tradicional, sino el conjunto de la ciudadanía», argumenta el concejal de Territori, Xavier Puig. Entidades sociales, vecinales, colectivos feministas, la universidad, las personas con discapacidad, los niños y los mayores son algunos de los colectivos que quieren escucharse en este proceso cuyo funcionamiento se dará a conocer el martes.

La estrategia que se ha diseñado de cara a los próximos meses comprenderá sesiones territoriales, sectoriales, además de itinerarios con excursiones. Asimismo, habrá sesiones de retorno de resultados, una encuesta digital y buzones de sugerencias. «Todo es muy importante, pero hay que subrayar las sesiones territoriales porque en una ciudad dispersa como Tarragona plantaremos el debate a los diferentes barrios», dice el tercer teniente de alcalde. Desde Bonavista a Sant Salvador, pasando por la Vall de l’Arrabassada, la Part Baixa y La Móra son tan solo algunas de las paradas que hará el equipo técnico del POUM para conocer las impresiones de los vecinos alrededor de su barrio y la ciudad en general.

Aunque antes de que la furgoneta del POUM empiece su recorrido por la ciudad, están previsto un conjunto de sesiones sectoriales que girarán alrededor de cuatro ejes. En primer lugar, el desarrollo urbano y medio natural, en el que se abordará la relación entre el crecimiento de ciudad y la conservación del territorio. La movilidad sostenible, es decir, la red de carriles bici, el tranvía o el ferrocarril será el segundo de los ejes. Mientras que el tercero se basará en la economía, lo que incluye aspectos como el papel del turismo y el comercio o la industria y los servicios. Finalmente, el cuarto hace referencia a la ciudad de la infancia. «Haremos que los colectivos de niños nos dibujen o pinten cómo deben ser las casas, las calles, las plazas o las zonas verdes para que se sientan a gusto y puedan jugar tranquilos o que puedan ir al cole caminando», indica Puig.

El tercer bloque de este proceso participativo serán los itinerarios, para conocer in situ algunos de los ámbitos estratégicos. Es el caso de La Budellera, espacio al que se llegará desde la Vall de l’Arrabassada, para continuar hacia la Llarga y el preventorio de la Savinosa. «La idea es que la gente pueda ver si quiere un modelo de ampliación de la Anella Verda con un espacio agrícola o de bosque o si debe ser una zona de crecimiento de la ciudad, podrán verse las dos visiones», dice.

Horta Gran y la N-340 serán protagonistas de la segunda excursión. Y, en este caso, los participantes podrán conocer el proyecto para un parque agrario y como rótula entre la T-11 y la N-340, para conectar el centro con Ponent. El Francolí, desde el Serrallo a Sant Salvador centrará el tercero de los paseos, en este caso para abordar la recuperación de este espacio en un contexto de cambio climático.

«Es una incógnita saber si se movilizará la ciudadanía o no, pero el POUM o lo haces o te lo hacen. La gente debe saber que este es el instrumento que regulará su vida y decidirá cómo es la ciudad, y que ellos pueden participar en este dibujo colectivo que no será el tuyo ni el mío, sino el de todos», argumenta el responsable de urbanismo. Entre febrero y marzo debe acabar este gran bloque de el proceso participativo, para que estas aportaciones puedan incorporarse en el proyecto inicial del POUM, que es el que ya deberá aprobarse en el próximo mandato. «Un proceso participativo es un empoderamiento de la ciudadanía igual que lo son las elecciones, de forma que después podrá refrendarse el modelo de ciudad que quieren los tarraconenses», concluye.

Temas: