Quim Rosas: «Lo que yo estoy haciendo lo puede conseguir cualquiera»

El propietario de The Cube Fusión abrió su primer negocio a los 20 años y hoy, con el cuarto en camino, es uno de los restauradores de moda en Tarragona

De madre valenciana y padre venezolano, Quim Rosas (Puerto La Cruz, Venezuela, 1995), vivió su juventud de lado a lado del océano. Se instaló definitivamente en Tarragona a los 18 años y desde entonces ha trabajado en restauración. A los 20 abrió su primer negoció, The Cube. Tras abrir tres establecimientos de éxito en muy poco tiempo, el cuarto, en la Plaça de la Font, está en camino. Rosas fue uno de los protagonistas de las charlas Jove Talks, organizadas por la Jove Cambra Internacional de Tarragona.

Sin experiencia ni formación, ¿cómo llegaste a abrir el primer local?

No sabía nada de llevar un bar y mucho menos de finanzas. Durante los primeros seis meses costó mucho levantar The Cube. Ese tiempo lo aproveché formándome de forma autodidacta. No me vine abajo, luché para que saliera adelante el local. Lo que soy ahora es gracias a ese esfuerzo. Nunca he ido a una universidad de finanzas ni a una escuela de hostelería.

Terminó teniendo éxito

La idea principal del primer Cube era hacer restauración. De hecho, tiene licencia de restaurante. Abrimos y los primeros meses fueron de tanteo, de ver cómo sería el local. Estábamos al lado de una discoteca.

¿No descansabas?

Hasta que encontramos el formato, no. Abríamos por la mañana y cerrábamos por la noche. Cuando decidimos convertirlo en un bar de previa a la fiesta, entonces ya sí pude descansar (ríe). El formato ‘pub’ funcionaba muy bien.

Abriste el segundo local en pandemia. ¿Te llamaron loco?

Sí. Pero yo lo veía como una oportunidad. Cerramos The Cube por la pandemia. Las facturas seguían llegando, así que tuvimos que reinventarnos. Apareció esta oportunidad, con una gran terraza. Era imposible que fuera mal. Teníamos un colchón económico y nos aventuramos. Abrimos el Cube Day.

Y luego llegó un tercero...

Terminamos de pagar las deudas del Cube Day en un año. Estaba funcionando y los camareros estaban trabajando bien. Creamos una gran familia en ese local. He invertido tiempo en todas las personas que trabajan conmigo. Con esta situación dijimos «¿y por qué no?».

Diste una charla sobre emprenduría en las Jove Talks.

Mi primer foco fue la evolución personal. Lo que yo estoy haciendo lo puede hacer cualquier tipo de persona. Quise transmitir eso, ayudar a otras personas jóvenes a hacer realidad su sueño.

¿Contaste la receta del éxito?

La mía, claro. Si con mi experiencia puedo motivar a la gente a crecer, fantástico. No tengo ningún problema en decir cómo hice yo las cosas. ¿Por qué guardármelo? No soy tan egoísta. El egoísmo en el mundo debería ser erradicado. Estamos aquí para ayudar, no para poner trabas.

Con el cuarto local en ciernes, ¿a qué retos te enfrentas?

Abrir en la plaça de la Font será muy bueno. Mucha gente nos lo pidió. Tenemos la experiencia de los otros locales. Conocemos qué servimos y cómo trabajamos. ¡Aunque la cocina es más grande!

¿Cuánta gente trabaja en The Cube?

Ahora mismo, en los tres locales, somos 25. Aunque cuando abramos el establecimiento en la Plaça de la Font tendremos que aumentar la plantilla hasta los 35 trabajadores.

¿Que consejo le darías al Quim de 20 años?

Le diría que no perdiera tanto el tiempo y que se enfocara más en sí mismo y en sus metas.